Piononos de Santa Fe, el dulce tradicional granadino con más de un siglo de historia que nació como homenaje a S.S. el Papa Pío IX
Santa Fe es una de esas ciudades de las que conocemos la razón, la historia y el año exacto de su nacimiento. Esta localidad, en pleno corazón de la vega de Granada, fue fundada en el año 1491, siendo en sus inicios un campamento militar planeado por los Reyes Católicos para el asalto final a los nazaríes del Reino de Granada.
La historia de esta pequeña ciudad granadina es larga y está repleta de hitos y momentos claves para el devenir de la España que hoy en día conocemos. Pero su rica historia no es lo único que hace especial a Santa Fe. Además, esta ciudad es el lugar de origen de uno de los postres más conocidos y deliciosos del recetario tradicional español: el pionono. Con más de un siglo de historia a sus espaldas, el legado de este postre granadino no solo ha llegado hasta el día de hoy, sino que incluso ha traspasado fronteras y ha llegado a algunos países de Latinoamérica.
El pionono de Santa Fe es un pequeño pastel que tuvo su fecha de nacimiento en los años finales del siglo XIX. Su creación corre a cargo del pastelero Ceferino Isla González, de la clásica confitería santafesina Casa Isla, en la Calle Real de Santa Fe. Ceferino, gran devoto de la Virgen, quería rendir un homenaje al Papa Pío XI, que en 1854 había proclamado el dogma de la Inmaculada Concepción de María. Para ello, en el 50 aniversario de su muerte, el confitero creó un postre que no solo llevó el nombre del Papa, -Pio Nono en italiano-, sino que, además, recordaba a su regordeta figura.
Ideó así un postre de aspecto cilíndrico y algo rechoncho, con una base de bizcocho humedecido enrollado sobre sí mismo, revestido, como el propio Papa, con un balandrán blanco, que sería la canastilla de papel en cuyo interior se deposita el bizcocho humedecido. Como toque final, añadió una coronilla de crema azucarada y tostada sobrepuesta al cilindro de bizcocho, que quiere simbolizar el solideo con el que el Papa cubre su coronilla.
De esta forma, en 1897, nace el pionono de Santa Fe, un postre que se elabora principalmente en la histórica confitería de Casa Isla pero que también se ha extendido a otros negocios y pastelerías de la ciudad. Elaborados aún hoy de manera artesanal, la receta de los auténticos piononos no ha cambiado en absoluto en el último siglo. La elaboración consiste en varios pasos precisos que combinan la preparación de la crema pastelera, el almíbar y el bizcocho. Este postre requiere tiempo y mucha atención, para asegurar que cada componente se enfríe adecuadamente antes del ensamblaje final.
El resultado es un delicioso bocado que se elabora con una plancha de bizcocho humedecido en almíbar, relleno de yema pastelera y canela, enrollado sobre sí mismo, y rematado con una corona de yema tostada, un dulce lleno de simbolismo por el que bien merece la pena visitar la histórica ciudad granadina.
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