MANUAL DE SUPERVIVENCIA DURANTE LA GRAN TRIBULACIÓN Y LA OPERACIÓN DEL ERROR.
1. Dedicación
El autor escribe
el siguiente ensayo fundamental movido por la inspiración del Espíritu Santo
Paráclito, buscando siempre la mayor
honra y gloria de la Santísima Trinidad, defender el honor de la Santísima
Virgen María, defender al Papado y su Magisterio infalible, verdadero tesoro
escondido para los últimos tiempos, defender a la Esposa Santa e Inmaculada de
Nuestro Señor Jesucristo, la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana,
finalmente ayudar y orientar a las pobres almas de fieles Católicos que se
encuentran dispersos por todo el Orbe, y que asisten aterrorizados a la
descomposición cada vez más rápida de todo cuanto ellos estimaban como sagrado
e inmutable, sin poder encontrar un punto de referencia en mitad de esta
espantosa confusión diabólica que lo ha cubierto todo tras la muerte del último
Vicario de Cristo S.S. Pío XII.
Es mi sincera esperanza que este trabajo fijará una humilde regla y consideración definitiva a la que todos puedan acudir y hallar refugio seguro, una guía fiable para comprender por fin dónde estamos, cómo llegamos hasta aquí y, por último, lo más importante de todo, cómo afrontar la tormenta perfecta que se abate sobre todos nosotros desde la muerte de S.S. Pío XII, en otras palabras, cómo sobrevivir a la Gran Tribulación y a la Operación del error y no morir en el intento.
Que Dios Uno y Trino se apiade de todos nosotros y nos conceda sabiduría, entendimiento, y mucha humildad para comprender y digerir lo que va a ser expuesto aquí.
Que la
Santísima Siempre Virgen María, Esposa del Espíritu Santo y mediadora de todas
las Gracias, y su bendito Esposo San José, Patrono de la Iglesia Universal, nos
alcancen toda la ayuda del Cielo de la que habremos menester para mantenernos
en pie enarbolando el santo estandarte de la Cruz y perseverar hasta el final
luchando el buen combate por la defensa de nuestra Santa Fe Católica,
Apostólica y Romana tal cual vendrá a buscar el Hijo del hombre en Su gloriosa
y terrible Parusía. (Lucas 18, 8).
Que los
benditos San Pedro y San Pablo Apóstoles rueguen e intercedan por nosotros,
armándonos con las espadas invencibles del Magisterio y la Sagrada Escritura,
contra las cuales ningún enemigo podrá resistir.
Christus
vincit! Christus regnat! Christus imperat!
Ad Jesum Per
Mariam!
Pro Deo et
Pontifice!
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