2. Introducción
La
“consummationem saeculi” no es la destrucción del mundo físico, ni el Último
Día. La “consummationem saeculi” es el fin de una época y el comienzo de otra,
este periodo que denominamos "fin del mundo", es un periodo de tiempo
que abarca distintos eventos, desde la proclamación del Evangelio a todas las
Naciones [evento ya sucedido], se quita de en medio el Katejón [La Iglesia
visible y el Romano Pontífice, según interpreta de unánime consentimiento la
Iglesia], se acaba el llamado Milenio (fin de una época), Satanás es soltado
para seducir a todas las Naciones (comienzo de otra época que denominamos como
fin del mundo), se da la Gran Apostasía, se desencadena la Operación del error,
la Abominación de la desolación se pone en el Templo Santo, se corona al
Anticristo [en este mismo templo], el Sacrificio Perpetuo es abolido, la Ramera
es confundida con la Esposa, el rebaño está como ovejas sin Pastor, la Esposa
huye al desierto alimentada por las Gracias Divinas, aparecen los falsos
pastores, es decir, los falsos cristos con sus falsos profetas (Mateo 24:24),
que dicen saber dónde está el Cristo, y que están puestos ahí para que se
cumpla la Escritura, etc, etc... Todo esto son los brotes verdes de la higuera
que indican que va a llegar el verano, es decir, que la Parusía o Segunda
Venida de Nuestro Señor Jesucristo en gloria y majestad está verdaderamente a
las puertas. El que lea, entiéndalo.
Es
fundamental que los lectores entiendan el contexto escatológico y espiritual en
el que estamos, pues de no hacer así, continuaremos dando vueltas en círculo
por el desierto y siendo vulnerables a las fábulas de la Anomia y los sofismas
de los lobos con piel de cordero que pululan por todas partes para devorar lo
poco que queda del Rebaño de N.S.J.C. De hecho, todos los errores que nos
abruman y afligen hoy, y que englobaremos bajo el nombre de la Operación del error o la seducción
de la iniquidad (II Tesalonicenses 2, 10), se originan por no haber entendido
correctamente el discurso escatológico de Nuestro Señor en el Evangelio de San
Mateo, capítulo 24, como así justamente nos lo advierte Él mismo al principio
de dicho discurso: 4* Jesús les respondió diciendo:
“Cuidaos que nadie os engañe. 5*Porque muchos vendrán bajo mi nombre, diciendo: «Yo soy
el Cristo», y a muchos engañarán. Y como se nos aclara efectivamente en los comentarios
a estos versículos en la Biblia de Mons. Straubinger: *
4 ss. Para comprender este discurso y los relatos paralelos en Marcos 13 y
Lucas 21, hay que tener presente que, según los profetas, los “últimos tiempos”
y los acontecimientos relacionados con ellos que solemos designar con el
término griego escatológicos, no se refieren solamente al último día de la
historia humana, sino a un período más largo, que Santo Tomás llama de preámbulos
para el juicio o “día del Señor”, que aquél considera también inseparable de
sus acontecimientos concomitantes. (Cf. 7, 22 y nota). No es necesario que
todos los fenómenos anunciados en este discurso se realicen juntos y en un
futuro más o menos lejano. Algunos de ellos pueden haberse cumplido ya,
especialmente teniendo en cuenta el carácter metafórico de muchas expresiones
de estilo apocalíptico (cf. I Corintios 6, 2 s. y nota).
Por tanto,
teniendo esto muy en cuenta, vamos a desarrollar con mayor detenimiento todos
estos eventos que llamamos los brotes verdes de la higuera, los cuales anuncian
inconfundiblemente la llegada del verano, esto es, de la inminente Parusía de
N.S.J.C., situándolos dentro del contexto histórico-escatológico en el que nos
encontramos.
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