Volviendo al
infame Montini, él y sus impíos sucesores de la abominable secta conciliar han
implantado el luciferino “Nuevo Pentecostés”, que en realidad es la difusión a
gran escala del inmundo espíritu de Satanás y de todos sus errores y herejías
mediante el aprovechamiento de las estructuras visibles de la Santa Iglesia
Católica, Apostólica y Romana, logrando así engañar al universo entero mediante
“todo poder y señales y prodigios de
mentira, y con toda seducción de iniquidad para los que han de perderse en
retribución de no haber aceptado para su salvación el amor de la verdad. Y por
esto Dios les envía poderes de engaño, a fin de que crean la mentira, para que
sean juzgados todos aquellos incrédulos a la verdad, los cuales se complacen en
la injusticia”. Pues, como leemos en los comentarios a este pasaje en la
Biblia de Monseñor Straubinger, y que me permito complementar con mis propias
adiciones:
[* 10. Los que han de perderse: Este pasaje
(versículo 9-12) es tal vez uno de los más terribles de la Escritura y digno de
grave meditación. Dios que es la misericordia misma, es también la verdad, cuya
expresión nos da en su Hijo Jesucristo, que es su Verbo o Palabra encarnada, y
que no cesa de presentarse como la Verdad y la Luz. Así como habrá una tremenda venganza del Amor
despreciado (Cantar de los Cantares 8, 6 y nota), así también vemos aquí la venganza de la verdad desoída. Vemos
en Salmos 80, 13 que Dios abandonó a sus
devaneos al pueblo de Israel que no quiso escucharle [como tampoco han querido escuchar a los Papas y su Magisterio
infalible los herejes y cismáticos de hoy, rechazando así de manera obstinada y
criminal someterse a la autoridad que los Vicarios de Cristo poseen sobre toda
humana criatura y a la que hay que obedecer para aspirar a alcanzar la eterna
salvación, cf. S.S. Bonifacio VIII, Bula Unam Sanctam]; así hará aquí entregándolos
desarmados “para
que crean a la mentira, ya que no tuvieron interés en armarse de la espada del
espíritu que es la Palabra de Dios” [expresada y revelada tanto en el Evangelio y la Sagrada
Escritura como también en el Magisterio infalible de los Vicarios de N.S.J.C.] (Efesios 6, 11, 13 y 17). Y se cumplirá entonces
trágicamente —como hace tiempo se está cumpliendo— aquella palabra de- Jesús en
Juan 5, 43, que algunos interpretan precisamente como un anuncio del
Anticristo. Véase también Amos, 8, 11 y nota.
* 12.
El que es incrédulo a la verdad, se
complacerá en la maldad por lo mismo que vimos, a la inversa. en Efesios 5, 9 y
nota.]
De este
modo, tenemos, pues, la Abominación de
la desolación puesta en el Lugar Santo (Mateo 24, 15), que es la coronación del Anticristo y sus secuaces usurpando el
Papado y engendrando una monstruosa Ramera de Babilonia que eclipsa desde
entonces a la Esposa de N.S.J.C. para engañar al orbe entero, y contra la cual
ya nos advirtió Nuestro Señor que saliéramos de allí inmediatamente y no
volviéramos atrás, lamentándose por las
que estén encintas y las que críen en aquel tiempo (Mateo 24, 19), que se refiere a las almas que estaban
llevando a cabo su vocación a la vida sacerdotal o religiosa durante el fatídico
momento en que el Anticristo Montini fue coronado como rey impío, éstas son las que están encinta pues habían sido
llamadas por el Espíritu Santo para esa santa vocación y habían de ser la sal y
luz del mundo, pero que desgraciadamente con el advenimiento del hijo de
Satanás perdieron todo su sabor y su misión sagradas, convirtiéndose en
propagadores y cómplices de la apostasía y la impiedad del Anticristo y sus
infames sucesores al frente de la Gran Prostituta conciliar o montiniana;
mientras que las que estaban criando
en aquel triste momento son las almas escogidas por Dios Espíritu Santo para
ser formadores y directores espirituales de muchos sacerdotes, seminaristas,
religiosos, novicios, postulantes, pastoral de las familias, etc., en clara
alusión a la Jerarquía, es decir, a los Obispos, pues ellos tenían confiadas a
su cargo a innumerables almas en sus respectivas diócesis, a las cuales estaban
criando, o sea, apacentando
espiritualmente con la Santa Palabra de Dios y los Santos Sacramentos. Se
comprende ahora la grave advertencia de Nuestro Señor Jesucristo para que,
cuando eso sucediera, todos salieran del Lugar Santo en el que había sido
instalada la Abominación, pues el Anticristo y su recién gestada secta infernal
lo iban a pervertir y mutilar absolutamente todo, alterando los Sacramentos y
haciendo que perdieran definitivamente su Gracia, cambiando los tiempos
litúrgicos y destrozando el Santoral, deshaciéndose de una cantidad aterradora
de Santos, suprimiendo y aboliendo el Sacrificio Perpetuo como ya nos fuera
predicho en la profecía de Daniel, haciendo que la Ramera sea confundida con la
Esposa Santa e Inmaculada de N.S.J.C. para pasmo y espanto de todo el universo,
dejando al Rebaño como ovejas sin Pastor literalmente, y teniendo a los últimos
elegidos Fieles Católicos que forman la verdadera Esposa en el desierto de la
sola Fe sobrenatural y en las catacumbas de sus propios hogares y el silencio
de su corazón, conducidos hasta allí por el Espíritu Santo Paráclito Consolador
que les alimenta con las Gracias Divinas indispensables para no desfallecer.
Y si aquellos días no fueran acortados, nadie se salvaría; más por razón de los
elegidos serán acortados esos días. * Si entonces os dicen: «Ved, el Cristo está aquí o allá»,
no lo creáis. *Porque surgirán falsos cristos y falsos profetas, y harán
cosas estupendas y prodigios, hasta el punto de desviar, si fuera posible, aún
a los elegidos. ¡Mirad que os lo he predicho! Por tanto, si os dicen:
«Está en el desierto», no salgáis; «está en las bodegas», no lo creáis. (Mateo
24, 22-26)
Comentarios
a estos versículos en la Biblia de Mons. Straubinger complementados con mi
propia reflexión: [* 23. Buzy, llamando la atención
sobre el hecho de que
Jesús habla constantemente en plural de falsos Mesías y de falsos profetas y
nunca de un falso Mesías en singular o de un Anticristo, concluye: “que en la
enseñanza de Jesús como en la de San Juan (I Juan 1, 18-23) no hay un
Anticristo individual; no hay sino una colectividad, poderosa y terrible, de
anticristos”. Lo mismo observa dicho autor en su nota a II Tesalonicenses 2, 7.
* 24. Los elegidos se librarán del
engaño porque al justo se le dará por defensa un juicio seguro (Sabiduría 5,
19). Cf. II Tesalonicenses 2, 10 ss. y nota. [¡Y qué mejor juicio seguro y guía recta para
juzgarlo todo que seguir la autoridad infalible del Papado y su Magisterio!
Gracias a ellos, así como a la fidelidad a la Divina Gracia y a los dones y
luces recibidos del Espíritu Santo Paráclito para entender y penetrar el
sentido de la Escritura y del Magisterio, los últimos elegidos podrán salvarse
en medio de la Gran Tribulación].
Paralelamente,
durante este tiempo del Anticristo o de la Anomia, surgen los falsos pastores,
esto es, los falsos cristos con sus
falsos profetas (Mateo 24, 24) que les hacen propaganda, y que dicen saber
dónde está el Cristo y realizan grandes prodigios para desviar hasta a los
elegidos si fuera posible. Estos desgraciados deben estar ahí para que se
cumpla la Escritura, su papel es muy ingrato, comparable al de Judas, pues es
preciso que ellos estén ahí para que engañen con sus fábulas elaboradas y
perversas a muchos que se van a perder por no poseer el amor de la Verdad,
intentando engañar también hasta a los mismos elegidos de Dios Uno y Trino para
salvarse, si esto fuera posible.
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