TESTIGOS DE LA SAGRADA ESCRITURA EN LA EDAD MEDIA
* Testigo 25º: San Beda el Venerable, Doctor de la Iglesia (+ 735)
"Te ruego encarecidamente que te dediques en primer lugar a la lectura de los Libros Sagrados, en los cuales creemos encontrar la vida eterna". [De arte metr. ad Wigbert]
* Testigo 26º: Santa Lioba, abadesa y colaboradora de San Bonifacio (+ 782)
Narra el monje Rodolfo de Fulda, que escribió la Vida de la Santa, que ésta fortalecía siempre su espíritu por la lección continua de las Letras Sagradas. Cuando trabajaba, no dejaba de reflexionar sobre alguna palabra de la Escritura; y cuando no estaba trabajando, se hallaba en su mano el libro sagrado. Y en tanto grado sabía de memoria la Biblia que, vieja ya, se despertaba en seguida cuando la lectora que estaba junto a su cama se equivocaba en la pronunciación de una palabra.
* Testigo 27º: Rabanus Maurus (+ 856)
"Ella (la Biblia) es la luz imperecedera que ilumina todo el mundo. Si existe alguna ciencia que para sí pueda pretender el atributo de ‘sabiduría’, nace de esta fuente".
* Testigo 28º: Nicolás I, Papa (858-867)
"Exhorta a los fieles al descanso dominical, para que el cristiano pueda dedicarse a la oración y ocuparse de la Sagrada Escritura". [Responsum ad consulta Bulg.]
* Testigo 29º: Juan VIII, Papa (872-882)
"¡Qué sabiduría más oculta bajo el velo de palabras pasajeras, pero qué verdad más perdurable y qué descanso para el corazón puro que disfruta de la lectura (de la Sagrada Escritura)! Quien al leer la Sagrada Escritura no experimenta esta alegría, se queda en la superficie y no obtiene frutos interiores. Así como un poco de vino no solamente sirve para la salud del cuerpo sino que también produce mucho deleite en el espíritu, de la misma manera la Palabra Divina ha de alegrar tanto a los oyentes como a los lectores... La Sagrada Escritura, si bien es sencilla y deleitable al que la lee, sin embargo más gusto y placer nace de la esperanza de la vida prometida en ella". [Altercatio Synagogae, cap. 7]
* Testigo 30º: San Pedro Damián, Cardenal y Doctor de la Iglesia (+1072)
"Siempre dedícate a la lectura de la Sagrada Escritura. A esto entrégate enteramente, persevera y vive en ella". [Epist. 29 ad Steph.]
"La Sagrada Escritura no por otro motivo ha sido copiada tantas veces sino para aprovechamiento de los hombres; porque todo lo que ella manda o prohíbe, es sin duda útil para la salud de nuestra alma". [Epist. 12 ad quendam thesaur.]
* Testigo 31º: San Anselmo de Canterbory, Arzobispo y Doctor de la Iglesia (+1109)
"Nuestro sermón resulta sin provecho para salud de las almas, si no tiene su fuente y su orientación en la Sagrada Escritura".
* Testigo 32º: San Bruno de Asti, Obispo de Segni (+1123)
"Así como las hierbas aromáticas despiden más intensa fragancia cuando se trituran, así es más vivo el sabor de la Escritura cuando con detención se la rumia". [Vease Mons. Gomá, La Biblia y la Predicación pag. 235]
* Testigo 33º: San Bernardo, Doctor de la Iglesia (+1153)
"Tenemos necesidad de leer la Sagrada Escritura, puesto que por ella aprendemos lo que debemos hacer, lo que hay que dejar y lo que es de apetecer. Por lo cual dice el Salmo 118: ‘Tu palabra es antorcha para mis pies y luz para mis sendas’. Mediante la lectura de la Sagrada Escritura se forman los conceptos y se ejercita el entendimiento. La lectura nos enseña a orar y trabajar... Sé tú, pues, constante en la lectura y meditación de la Sagrada Escritura; camina siempre en la ley de Dios; muestra celo por leer la Escritura, y nunca has de dejar de hacerlo". [De modo bene vivendi, cap. 50]
"La Sagrada Escritura es amabilísima, sobremanera atrayente y tan aleccionadora su lectura, que resulta un gozo investigar lo que tiene de oscuro al para que su dulce contenido evita todas las dificultades del cansancio". [Serm. 1 super Cant.]
"Todos los sexos y todos los estados, cuando se empeñan en buscar, pueden encontrar en la Sagrada Escritura lo que necesitan para la salvación". [De Epist. S. Pauli]
"Aunque estés muerto en el pecado, si oyeres la voz del Hijo de Dios, vivirás; porque la palabra que pronuncia es vida y espíritu. Si tu corazón está endurecido, enviará su palabra y lo derretirá... Si estás tibio, te inflamará; porque su habla es muy ardiente. Si lloras por hallarte en tinieblas, la Palabra del Señor será antorcha para tus pies, y lumbre para tus sendas... Si te combaten ejércitos enemigos, toma la espada del espíritu, que es la Palabra de Dios, y con ella fácilmente alcanzarás la victoria". [Serm. XXIV]
"La Palabra de Dios es viva y eficaz, así que entra en el alma, la saca de su marasmo, mueve, ablanda y hiere el corazón, ese corazón endurecido, ese corazón de piedra y siempre enfermo. Empieza también a arrancar y a destruir, a edificar y a plantar, a regar lo que era árido, a iluminar lo que estaba en las tinieblas, a abrir lo cerrado, a abrasar lo helado, a enderezar lo torcido, y a allanar los caminos tortuosos; de tal manera que entonces el alma bendice al Señor, y todas sus facultades alaban su santo nombre". [Serm. LXXIV]
Continuará...
CIEN TESTIGOS DEL PODER DE LA SAGRADA ESCRITURA (Mons. Straubinger) (1)
CIEN TESTIGOS DEL PODER DE LA SAGRADA ESCRITURA (Mons. Straubinger) (2)
CIEN TESTIGOS DEL PODER DE LA SAGRADA ESCRITURA (Mons. Straubinger) (3)
CIEN TESTIGOS DEL PODER DE LA SAGRADA ESCRITURA (Mons. Straubinger) (4)
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