MANUAL DE SUPERVIVENCIA DURANTE LA GRAN TRIBULACIÓN Y LA OPERACIÓN DEL ERROR. (LXXXI)

 

Insistiremos de nuevo sobre la fatídica fecha del 8 de diciembre de 1965, clausura del herético conciliábulo Vaticano 2, cuando se consumó la Gran Apostasía del Cuerpo Episcopal que fue extendida por imposición a todo el Orbe Católico, y absolutamente todo el Cuerpo Místico de N.S.J.C. saltó por los aires o se desintegró virtualmente, de lo que resulta que hoy la Iglesia Católica visible ha sido eclipsada o quitada de en medio, como ya lo advirtió San Victorinus Petavionensis Obispo, primer exegeta latino, Padre de la Iglesia y Mártir, “la Iglesia será quitada de en medio en los tiempos postreros”. La Iglesia Visible es la Jerarquica, como dijo S.S. Pío XII, por lo que ya no hay Iglesia Visible desde ese devastador tsunami espiritual que supuso el maldito conciliábulo y la gran apostasía promovida por el perverso Montini, alias “Pablo 6”. Del mismo modo, S.S. Pío IX nos lo dice abiertamente: "Que Dios os dé la gracia necesaria para defender los derechos del Soberano Pontífice y de la Santa Sede; porque sin el Papa no hay Iglesia, y no hay Sociedad Católica sin la Santa Sede". Papa Pío IX, (Alocución a los superiores religiosos, junio, 1872).


Estamos como en Juan 12:32-ss, muchos no quieren creer que la Iglesia debía morir o quitarse de en medio para dar paso a estos tiempos del Anticristo, de Satanás gobernando todas las naciones, etc., todo lo cual anuncia claramente como brotes verdes de la higuera la Venida de N.S.J.C. No quieren aceptar tampoco lo explícito del profeta Daniel cuando profetizó que el Santo Sacrificio cesaría definitivamente, no lo aceptan por una cuestión de detestable orgullo farisaico, de ahí que Dios les ciegue con la Operación del error y les abandone a sus retorcidas fábulas de la Anomia.


Un factor común a todos los acólitos de las sectas generadas por los falsos cristos de Lefebvre y Thuc es su absurdo e irracional miedo a una gran catástrofe universal o una dictadura impuesta por un ficticio y ridículo “nuevo” Anticristo, el cual se imaginan todos estos pobres ignorantes vendrá con un látigo a exigir sumisión absoluta a nivel planetario, siguiendo una delirante exégesis protestante y digna de cualquier tugurio de los barrios bajos que nada tiene que ver con la Escritura y con la realidad. Observamos, en efecto, que hay una necesidad imperiosa y catastrofista en todos estos remanentes sectarios de que suceda esa gran tribulación interpretada por ellos al más puro estilo de película catastrofista de Hollywood, lo cual es absolutamente absurdo y no se sostiene de ninguna manera. Cuando la cruda y terrible realidad es que llevamos 65 años desde la muerte de S.S. Pío XII, 58 años desde la Gran Apostasía del conciliábulo Vaticano 2 impuesta por el Anticristo Montini, dentro de la misma Gran Tribulación conforme se nos anunció en el Evangelio por parte de Nuestro Señor, y parece que algunos aún no se han enterado, pues qué mayor tribulación y congoja para los Católicos que el no poder ir a una Iglesia a doblar la rodilla frente al Tabernáculo, algo que todos los Católicos de todos los tiempos pudieron hacer, pero nosotros no, al estar la Iglesia eclipsada y todas sus estructuras visibles ocupadas por una odiosa secta apóstata y satánica.

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MANUAL DE SUPERVIVENCIA DURANTE LA GRAN TRIBULACIÓN Y LA OPERACIÓN DEL ERROR. (LXXX)

 

Para comprender mejor el desolador panorama presente desde una perspectiva espiritual, que es como Dios lo considera todo, debemos saber que el mundo entero está presa del espíritu inmundo de la ciudad terrena o del hombre, que se opone a la Ciudad de Dios, el cual es el espíritu del Maligno y está actuando desde que la serpiente antigua tentó primeramente a nuestra primera madre, la infeliz Eva, pero es que además hoy, y desde el 9 de octubre de 1958, fecha en la que murió S.S. Pío XII, tenemos que lidiar también con la mortífera y extremadamente insidiosa Operación del error, cuyo blanco principal son las pobres almas de fieles Católicos válidamente bautizados que empiezan a gustar las delicias de la vida espiritual, pues dicha Operación les hace buscar inmediatamente los falsos consuelos de los Sacramentos y la visibilidad de algún vestigio de lo que fue la Iglesia Católica antes de la hecatombe espiritual del conciliábulo Vaticano 2 y la Gran Apostasía que supuso su aceptación por toda la Jerarquía y el alto y bajo clero, así como por la gran masa de los desorientados y desprotegidos fieles.


Esta Operación es tan peligrosa y tan imperceptible que, si uno no está muy bien preparado teológica y canónicamente, es prácticamente imposible no caer en sus redes, aunque sea por algún tiempo, como nos ha pasado a todos. Para salir de ella realmente se necesita una gracia de Dios muy especial que nos haga tomar conciencia de la espantosa dimensión y gravedad de la situación; se necesita también mucha humildad para reconocer que todos nos equivocamos y anduvimos errantes y extraviados como el pueblo de Israel anduvo durante 40 años por el desierto, y después debemos someternos dócilmente a las luces e inspiraciones del Espíritu Santo Paráclito Consolador, pues sólo mediante la humildad y la pequeñez lograremos tocar el Corazón de Dios, predisponiendo a la Divina Providencia a actuar mediante sus caminos misteriosos, mostrándonos espacios en Internet que explican muy bien la formidable confusión diabólica y proporcionan una guía segura para no volver a encallar en las elaboradas y retorcidas fábulas de la Anomia que forman parte de la seducción de la iniquidad; en efecto, quien escribe esto considera que el bendito canal Youtube de mi querido hermano INTERREGNVM MCMLVIII https://www.youtube.com/c/INTERREGNVMMCMLVIII, e igualmente el canal de mi estimada hermana Mª Bettina Galo  https://www.youtube.com/@bettinagalo, y también el blog de nuestro hermano José Augusto Ceccarelli  www.sedefinismo.blogspot.com, son probablemente las únicas voces en el desierto que están predicando contra el enemigo y sus múltiples trampas para engañar a quienes pueda, con el pretexto absurdo de saltarse a la torera el Magisterio y aplicar la anarquía más espantosa por ser "tiempos extraordinarios o de emergencia" como dicen los hipócritas falsos cristos y sus falsos profetas de las sectas de Lefebvre y Thuc, así como ciertos elementos de la Ramera conciliar como puedan ser Viganò, Schneider, Sarah, y demás falsos profetas. Hay que comprender que vivimos en el tiempo de la Anomia, donde impera la ley de la Anomia, esto es, la carencia total de ley, la más pavorosa anarquía moral y doctrinal, el sálvese quien pueda y como sea, aunque eso signifique, según estos charlatanes hipócritas, que haya que transgredir el Magisterio y el CIC para buscar las Sagradas Órdenes de manera fraudulenta y prohibida, lo cual es una evidente y enorme contradicción y un CAOS con mayúsculas, pues implicaría cometer un espantoso pecado mortal que es además pecado contra el Espíritu Santo.


Paralelamente, otra imagen que nos ayudará a comprender dónde estamos es imaginar al mundo altivo y apóstata que avanza a velocidad de crucero hacia su espantoso final cual impío Titanic, mientras los poquísimos que hemos visto de cerca el fatídico iceberg acabamos de saltar al agua y nadamos lejos de esa mole de pecado e inmundicias, sostenidos por el auxilio divino y secreto del Espíritu Santo, nadando solos y exhaustos hacia los brazos de Nuestro Salvador y Redentor Jesucristo, que vendrá cuando ya prácticamente nadie le espere en Su terrible y gloriosa Parusía.

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MANUAL DE SUPERVIVENCIA DURANTE LA GRAN TRIBULACIÓN Y LA OPERACIÓN DEL ERROR. (LXXIX)

 

La terrible realidad que muy pocos aceptan es que el 8 de diciembre de 1965 TODO el cuerpo episcopal al completo apostató de la Santa Fe Católica de manera pública y notoria, material y formalmente, al aceptar un nuevo Evangelio y un nuevo Magisterio sugeridos astutamente por el Anticristo Montini. Es el punto clave para entenderlo todo. O se acepta humildemente eso, por mucho que nos resulte difícil de creer o le repugne a nuestro despreciable amor propio, o seguiremos estando culpablemente engañados por la Operación del error y sus fábulas de la Anomia. 


Las abominables actas del Vaticano 2 están PLAGADAS de errores y herejías, y bastaba con sólo aceptar UNA SOLA de esas herejías para caer también en la herejía y la apostasía, y por tanto salir ipso facto de la Iglesia, como así sucedió lamentablemente con nuestros irresponsables y traidores Obispos.

 

Hay dos fechas capitales que debemos señalar bien para que los lectores comprendan dónde estamos y cómo hemos llegado hasta el desastre monumental en el que el Orbe entero está sumido:

A partir del 9 de octubre de 1958, muerte de S.S. Pío XII, comienza a aplicarse la disciplina para Sedes Vacantes impuesta por el último Vicario de Cristo en su Constitución Apostólica Vacantis Apostolicae Sedis de 1945.


A partir del fatídico día del 8 de diciembre de 1965, con la clausura del herético y apóstata conciliábulo Vaticano 2 en forma solemne y ex cátedra, dogmática, mediante el decreto «In Spiritu Sancto» del Anticristo Montini, alias “Pablo 6”, comienza a aplicarse el canon 188.4.


Se trata del Breve o Decreto por el cual el Anticristo vence a los Santos (Apocalipsis 13, 7) e impone su falsa autoridad sobre todo el Orbe Católico al obligarlo a aceptar la Apostasía impulsada por él en forma de decretos conciliares que son ratificados por todos los Obispos, perdiendo estos desgraciados ipso facto todos sus cargos y jurisdicciones sobre el Rebaño de N.S.J.C. [Canon 188.4 & Bula Cum ex apostolatus officio].

 

Si se considera atentamente la gravedad y el alcance del mismo, es aterrador, pues ese simple y aparentemente rutinario acto de clausura del conciliábulo constituyó la mayor ofensa y el más repugnante acto de desobediencia realizados contra Dios Uno y Trino por quienes habían sido confirmados por el sello del Espíritu Santo para regir y apacentar la grey a ellos confiada.


Con la aceptación mediante la firma de ese Breve o Decreto así como del resto de constituciones conciliares repletas de escandalosos errores y groseras herejías, el Anticristo se metió en el bolsillo a los Obispos y los engañó a todos, haciéndoles apostatar y salir ipso facto de la Santa Iglesia Católica para entrar a formar parte del abominable cuerpo místico del Anticristo o Ramera Montiniana o de Babilonia la Grande, la Prostituta del Apocalipsis, que fue engendrada en el curso del infame conciliábulo. Así, repetimos, venció el Anticristo a los Santos, sin derramar apenas una sola gota de sangre, pues aquel supremo perverso consiguió que todos los Sucesores de los Apóstoles válidos y lícitos que había en el Conciliábulo no sólo no se opusieran, sino que aceptaran servilmente la apostasía ese triste día del 8 de diciembre de 1965, cuando el mismo Anticristo impuso a todos los fieles Católicos su magisterio del error, en contubernio con los Obispos Católicos, que en ese mismo instante perdieron su oficio y jurisdicción, convirtiéndose todos ellos en falsos cristos, lobos con piel de oveja y peligrosos ladrones de almas.

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MANUAL DE SUPERVIVENCIA DURANTE LA GRAN TRIBULACIÓN Y LA OPERACIÓN DEL ERROR. (LXXVIII)

 

7. Modus operandi de la Operación del error, a quiénes golpea y cómo salir de ella, Dios Uno y Trino mediante.


“Ideo mittit illis Deus operationem erroris ut credant mendacio”.

 

Abordamos primeramente en este punto el misterio insondable de la Operación del error, que golpea a todos los que fueron Católicos antes de la Gran Apostasía, y también a quienes han nacido después de ella sin excepción. Seguidamente, aventuraremos una explicación de las distintas etapas que el Espíritu Santo utiliza para sacar a las almas de tan funesto engaño, el cual es un merecido castigo por la tibieza y pusilanimidad que hizo que todos aceptáramos, en mayor o menor grado, la Gran Apostasía promovida por el perverso Anticristo Montini, alias “Pablo 6”, y sus impíos sucesores en la infame secta conciliar o de Babilonia la grande.

 

La Operación de error puede definirse como una gigantesca ceguera universal enviada por Dios para no distinguir la nueva “religión” promulgada por el Anticristo y sus secuaces del Catolicismo verdadero, por eso diría San Pablo que hay que retener la doctrina que se aprendió y no aceptar novedades.


Esta monumental ceguera colectiva, esta Operación de error, la envía Dios en estos tiempos, desde los años 70-80 con los cismas suscitados por Lefebvre y Thuc, cismas que han generado a su vez multitud de nuevos cismas y grupúsculos sectarios hasta el presente, y golpea de modo especial a los orgullosos  “tradicionalistas” como justo castigo por rechazar el Magisterio y no querer aceptarlo por las consecuencias y conclusiones que de él salen (Juan 12,33,ss), mientras que en 1965 se desencadenó dicha seducción de la iniquidad por el ansia de novedad y adaptarse al mundo de los tibios y descarriados Obispos, que les llevó a defeccionar y apostatar en masa con la clausura del herético conciliábulo Vaticano 2 promovido por el impío y astuto Anticristo Montini-Pablo 6. La Operación del error es enviada también por los actos de voluntad rebelde de la gran mayoría de bautizados, ya que el Magisterio siempre ha estado ahí, Dios Uno y Trino mediante, Cielo y Tierra pasarán, más mis palabras no pasarán, pero lamentablemente son muy pocos los que han buscado la voz autorizada de los Papas, prefiriendo inventarse absurdas fábulas y un nuevo y espurio “magisterio” para justificar su funcionamiento como intrusos sin Pedro y contra Pedro.


San Victorino de Pettau, Obispo y mártir, 250 - 304

"Y vi otra señal grande y maravillosa, siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellos se consuma la indignación de Dios. Porque la ira de Dios siempre golpea al pueblo obstinado con siete plagas, es decir, perfectamente, como está dicho en Levítico; y estos serán en el tiempo postrero, cuando la Iglesia haya salido de en medio."

Capítulo XV. Comentario al Apocalipsis por Victorinus Petavionensis, Obispo, primer exegeta latino, Padre de la Iglesia y mártir.


Excelente y muy oportuna la cita de Juan 12,33 ss, apoyado en San Victorino de Pettau. La analogía entre la muerte de N.S.J.C. y la desintegración del Cuerpo Místico es impresionante y certera. Hoy, al igual que cuando N.S.J.C. anunció que el Mesías debía morir para que se cumplieran las Escrituras y fue abandonado por muchos, también son muchos los obstinados rebeldes que se niegan a creer que el Papado y la Iglesia han sido quitados de en medio, y mediante esta obstinación se separan ellos mismos de la Verdad, cayendo en la seducción de la Operación del error y sus múltiples fábulas del Ánomos.

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MANUAL DE SUPERVIVENCIA DURANTE LA GRAN TRIBULACIÓN Y LA OPERACIÓN DEL ERROR. (LXXVII)

 

Antes de concluir esta sección sobre el mundo, es importante que se sepa que la apostasía del mundo que intentan vendernos los charlatanes de los falsos cristos y sus falsos profetas, no es tal, pues ellos enseñan pretenciosamente que la apostasía bíblica se refiere a la del mundo y sus descreídos habitantes, lo cual es falso y un grave error, pues el mundo no puede apostatar ya que jamás tuvo la verdadera Fe ni conoció a Dios (!!) Esos consumados sofistas hipócritas divulgan esta grosera mentira para engañar a las almas simples y cándidas, haciendo que caigan en sus garras. El mundo no tiene nada que ver con la Apostasía, puesto que nunca creyó en Dios, sino que está en la tiniebla más espantosa desde el principio de la Creación.


En este sentido, es esencial dejar bien claro que la Gran Apostasía se refiere exclusivamente a la corrupción de lo más santo y elevado que tenía la Santa Iglesia, que era la Jerarquía, es decir, los Cardenales y el Cuerpo Episcopal. Una vez caen todos ellos el 8 de diciembre de 1965 con las firmas de las heréticas actas del conciliábulo, se consuma la Apostasía y se extiende al resto del Cuerpo Místico, corrompiendo a todos los miembros y haciendo que pierdan la luz y la sal que puede salvar al mundo. Se podría afirmar que, en ese mismo momento, da comienzo oficialmente la Operación del error, que Dios envía a todos los que formaban el Cuerpo Místico como castigo terrible y justo por haber apostatado de la Verdad y la Santa Fe Católica. Ese engaño es tan insidioso y sutil que hace que los que estén bajo su influjo crean que reciben la inspiración del Espíritu Santo, cuando en realidad es muy distinto, ya que es un falso poder o fuerza engañosa que les ciega y les llena de falsa humildad y mucha soberbia espiritual e intelectual, haciendo que se convenzan falsamente de que la figura del Papa no sería necesaria para nada y que se le podría desobedecer impunemente.  Pero esto será tratado con mayor amplitud en el siguiente capítulo.

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MANUAL DE SUPERVIVENCIA DURANTE LA GRAN TRIBULACIÓN Y LA OPERACIÓN DEL ERROR. (LXXVI)

 

Las siguientes citas están extraídas del libro del Apocalipsis, y contienen una terrible y muy clara advertencia contra los mundanos. Los comentarios que las acompañan son bastante explícitos.

 

Apocalipsis San Juan, capítulo 21

*Y Aquel que estaba sentado en el trono dijo: “He aquí, Yo hago todo nuevo.” Dijo también: “Escribe, que estas palabras son fieles y verdaderas.” 6 *Y me dijo: “Se han cumplido. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tenga sed Yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. 7 *El vencedor tendrá esta herencia, y Yo seré su Dios, y él será hijo mío. 8 *Mas los tímidos e incrédulos y abominables y homicidas y fornicarios y hechiceros e idólatras, y todos los mentirosos, tendrán su parte en el lago encendido con fuego y azufre. Esta es la segunda muerte.”

[* 8. En contraste diametral con lo del versículo 7, y ya sin ningún término medio, muestra este versículo la segunda muerte, o sea, el lago de fuego y azufre, el mismo infernal destino que la Bestia y el Falso Profeta inauguraron según 19, 20 y adonde Satanás acaba de ser arrojado (20, 9 s.). Cf. 21, 6. Llama la atención ver allí a los tímidos. Ni es esto lo que Israel llamaba santo temor de Dios (la reverencia con que lo honramos), ni tampoco es lo que el mundo suele llamar cobardía, en los que no hacen alarde de arrojo y estoicismo, pues la suavidad de las virtudes evangélicas no lleva por ese rumbo sino por el de la pequeñez infantil (Mateo 5, 3; 18, 3; Salmo 68, 15 y 21 y notas). Los tímidos que no llegarán a este cielo maravilloso son los que fluctúan entre Cristo y el mundo (Mateo 6, 24 y nota); los que se escandalizan de las paradojas de Jesús (Mateo 11, 6; Lucas 7, 23 y notas); los de ánimo doble, que dan a Dios todo, menos el corazón, lo único que a Él le interesa, y no se deciden a pedirle la sabiduría que Él ofrece porque temen que el divino Padre les juegue una mala partida (Santiago 1, 5-8 y notas); los que se dejan llevar “a todo viento de doctrina” (Efesios 4, 14; I Corintios 12, 2; Mateo 7, 15) y, por falta de amor a la verdad, concluyen siempre seducidos por la operación del error para perderse (II Tesalonicenses 2, 10 y nota).]


Apocalipsis de San Juan, capítulo 22

 12 *He aquí que vengo presto, y mi galardón viene conmigo para recompensar a cada uno según su obra. 13 *Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin. 14 *Dichosos los que lavan sus vestiduras para tener derecho al árbol de la vida y a entrar en la ciudad por las puertas. 15 * ¡Fuera los perros, los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idolatras y todo el que ama y obra mentira!

[* 15. En esta lista, como en 21, 8, se pone el acento más aún que en los pecados, en la doblez e infidelidad, pues los celos del Amor ofendido son “duros como el infierno” (Cantar de los Cantares 8, 6). De ahí que los perros, más que a los sodomitas como en Deuteronomio 23, 18, designan aquí a los de Filipenses 3, 2, que en Gálatas 2, 4 se llaman “falsos hermanos” (cf. II Timoteo 3, 5). El Señor lo usa para los paganos en Mateo 15, 22, queriendo solamente probar la fe de la cananea. Más fuerte es el sentido que le da en Mateo 7, 6 aplicándolo a los que sería inútil evangelizar, pues rechazando la Palabra de amor de Dios (Juan 12, 48) se excluyen de la sangre salvadora del Cordero (versículo 14) y bien merecen el nombre de perros.]


Los tímidos, una de sus versiones, serían también los Católicos-Liberales, dentro de los cuales estarían los lefebvristas, los Reconocer & Resistir, y los nuevos tradicionalistas de T.O.C. En ese nutrido grupo estarían todos aquellos ´línea-media" que intentan absurdamente conciliar a Cristo con Belial, la luz con las tinieblas, la Esposa con la Ramera, etc. Dentro de los "tímidos" se hallan también todos aquellos timoratos y pusilánimes que se empeñan en reconocerle alguna legitimidad a la Ramera y a los falsos cristos del pseudo clero montiniano, así como de las sectas tradicionalista y sedevacantista. Luego habrá muchos falsos profetas también dentro de esta categoría, que se hacen los voceros de estos falsos cristos y amenazan con el castigo eterno a quienes no crean las absurdas y perversas fábulas de la Anomia, que esos desgraciados han elaborado para tratar de engañarse a ellos mismos y a quienes les sigan ciegamente a sus bodegas y garajes sacrílegos particulares. Mientras que los thucistas puros y duros serían cismáticos y rebeldes al Papado y al Magisterio, desobedientes por naturaleza, como el padre de la mentira y la desobediencia.

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MANUAL DE SUPERVIVENCIA DURANTE LA GRAN TRIBULACIÓN Y LA OPERACIÓN DEL ERROR. (LXXV)

 

Todos los Santos de N.S.J.C. han hecho la guerra al mundo y le han combatido y denunciado, siguiendo así el ejemplo marcado por el Divino Salvador y Redentor. No temieron enfrentarse al mundo y desenmascarar su perfidia e hipocresía. Su valiente y bendito testimonio convenció al mundo y su príncipe Satanás de pecado. El Espíritu Santo Paráclito Consolador estaba con ellos y les inspiraba las palabras que debían pronunciar y la conducta que debían observar en relación al mundo y sus vanidades y engaños. Por eso los poderosos según el mundo, esto es, los emperadores, los reyes y los príncipes paganos, en una palabra, los representantes de Satanás en la tierra, pues toda esa gente gobernaba por el terror, la esclavitud y el sometimiento de sus desgraciados e impotentes súbditos, por eso digo, estos poderosos mundanos, hijos de Satán, temían y odiaban a N.S.J.C., el Hijo de Dios vivo, así como a todos sus Santos Pontífices, Mártires y Vírgenes, porque ellos eran la luz enviada por el Padre Eterno para alumbrar al mundo y hacerle ver que sus obras no eran buenas, de ahí que el mundo y sus desdichados amadores huyan de la luz de Dios, esto es, del Santo Evangelio de N.S.J.C. y de Su Santa Palabra reflejada en la Sagrada Escritura, así como del Magisterio infalible de Sus Vicarios, pues le tienen un pánico atroz porque saben que les denuncia todas sus obras de iniquidad e hipocresía. Por eso odia tanto el mundo a Dios y a los suyos, porque el mundo no es de Dios, sino de su impío príncipe, Satanás, el cual fue expulsado del cielo por su soberbia y su desobediencia intolerables, las cuales ha infundido en todos los que se rebelan contra la Verdad y la única autoridad, que es Dios Uno y Trino. Por eso hubo tantos Mártires y Vírgenes que fueron martirizados de las más diversas y crueles maneras, arrancándoles los ojos en muchos casos sus crueles verdugos, pues el mundo y sus orgullosos dueños no podían ni pueden soportar que se les observe y se les reprenda por la perversidad y la falsedad de sus acciones.


De todo lo anterior se deduce que quienes somos de Dios no podemos transigir ni comulgar en lo más mínimo con la falsa filosofía torcida del mundo, pues sus máximas y sus postulados errados y tendenciosos se oponen siempre al Evangelio y a la santa Ley de Dios, por tanto, también al Magisterio, la Doctrina y la Tradición. En efecto, los cristianos no podemos ni debemos nunca acomodarnos a la opinión general imperante, ni al falso sentido mal llamado “común”, ni a la sabiduría popular, que no es sabiduría en absoluto sino la más demencial necedad al no reconocer a Dios ni guiarse por criterios espirituales. Al contrario, los cristianos hemos sido puestos en el mundo por Dios Uno y Trino para escandalizar a los mundanos y a quienes han hecho de esta vida miserable su morada permanente, pensando que van a vivir eternamente aquí, olvidando y despreciando por completo la otra vida y la eternidad. Los cristianos debemos incendiar el mundo entero con las llamas de la Caridad y el amor de Dios, y traspasar los corazones y las conciencias con la espada de doble filo de la Palabra de Dios, la cual tiene el poder de sacar a quienes estaban en las tinieblas y hacer de ellos hijos e hijas muy amados de Dios. Un cristiano no puede ser nunca conformista y complaciente con el mundo y sus mentiras.


Con los mundanos debemos hablar de cualquier cosa lo justo, pues es más que evidente que no reciben las luces y gracias que nosotros sí hemos recibido, y por eso cuando hablan y enjuician, lo hacen no según Dios y el Espíritu Santo como nosotros, sino según el falso espíritu del mundo, que nosotros sabemos que no es otro que el espíritu inmundo de Satanás. Cuando los mundanos intenten imponernos su visión de las cosas torcida y equivocada, debemos corregirles con Caridad y humildad, pero también con un justo sentido de la equidad, haciéndoles ver en qué se equivocan, aunque luego ellos no nos hagan ni caso y piensen que somos nosotros los locos y los raros, los endemoniados, como ya le pasó a N.S.J.C. cuando reprendía y censuraba la hipocresía y la malicia de los hipócritas fariseos y escribas. El sino de los cristianos es ser incomprendidos y perseguidos por el mundo y sus ciegos partisanos, porque vivimos en hostilidad permanente con el mundo y su impío príncipe.

Continuará...



MANUAL DE SUPERVIVENCIA DURANTE LA GRAN TRIBULACIÓN Y LA OPERACIÓN DEL ERROR. (LXXIV)

 

Sobre las tres concupiscencias.

El evangelista San Juan dice que las cosas del mundo que el cristiano ha de aborrecer, porque hacen que el corazón del hombre se aleje de Dios, son: concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y soberbia de la vida (1 Jn. 2, 16).

 

1) La concupiscencia de la carne abarca todos los apetitos y deseos propios que emanan de la carne, o sea, de nuestra naturaleza humana corrompida por el pecado, como son la lujuria, y también los apetitos desordenados de la comida, de la bebida, de los placeres mundanos y toda aspiración al bienestar sensible y carnal…


2) La concupiscencia de los ojos. Se ha dicho que las ventanas del alma son los ojos, y por ellos la mala inclinación del hombre se sirve para cometer pecados, pues a través de ellos entran las cosas obscenas e ilícitas que se presencian con agrado en los espectáculos o en escenas inmorales…

 

3) La soberbia de la vida, es decir, el apego exagerado a nuestra persona, la idolatría del propio yo, el egoísmo, en cuyo fondo están las raíces del pecado. El hombre tentado por el orgullo se vanagloria en las riquezas, los honores y los placeres. Nos hacemos culpables de orgullo por apegarnos a nuestras ideas y nuestra voluntad, por presunción, con complacencia en nosotros mismos, por jactancia, por autosuficiencia, no tomando consejo de nadie, por hipocresía, mostrando más piedad y talento que el que se posee…

 

De estas tres concupiscencias, dice Santo Tomás, derivan, como de tres raíces, todos los pecados.

El mundo vive en la impenitencia y el escándalo permanentes, y así perecerá. A la hora que el Padre Eterno tenga fijada y decretada desde toda la eternidad, acabará por fin la ficción absurda y desquiciada de este mundo que renegó de Dios y no conoció ni quiso recibir a la única luz del mundo, N.S.J.C. Mientras tanto, quienes somos hijos muy queridos de Dios Uno y Trino debemos peregrinar en medio de este peligrosísimo valle de lágrimas, rodeados a diestra y siniestra por escandalosos, impúdicos, descreídos, viciosos, inmorales, orgullosos, avarientos, glotones, perezosos, invertidos, idólatras de toda raza, índole, lengua y condición. Esta es la cizaña que nos rodea y amenaza con engullir y ahogar la buena semilla que produce el trigo de los escogidos de Dios Uno y Trino, pero no tienen ningún poder o influjo sobre nosotros si les tratamos con una santa indiferencia y con moderado desprecio, pues todos esos desgraciados no ven ni entienden las cosas de Dios ya que no dejan que la buena semilla de la santa Palabra de Dios penetre en ellos y dé su fruto para la vida eterna, por lo que al carecer de criterio espiritual para juzgar las cosas, únicamente juzgan en base a criterios humanos, racionales, pero sin la luz de la Fe, por lo que erran miserablemente y son bamboleados sin piedad por las pasiones animalescas, las emociones y obsesiones compulsivas, y el sentimentalismo hueco y estéril, que no deja de ser una forma sibilina de egoísmo y de orgullo encubierto, ya que exige siempre la autosatisfacción por encima de cualquier otra consideración, atropellando así con los derechos del Creador sobre su criatura, atropellando con Dios y Su Cristo, al cual estos infelices crucifican una y otra vez por satisfacer impía y ciegamente su orgullo y su voluptuosidad. Para ellos, la única norma suprema y profana es hacer siempre su propia voluntad torcida y egoísta, ante lo cual no vacilan lo más mínimo en transgredir todos los sagrados preceptos y leyes establecidas por Dios Uno y Trino, atropellando incluso con su propia voz de la conciencia, que les reprocha y reprende constantemente sus múltiples extravíos y crímenes, y que fue puesta por Dios para que actúe como el gusano roedor que martillea sus cabezas, incluso ya en esta efímera vida mortal.

Continuará...



MANUAL DE SUPERVIVENCIA DURANTE LA GRAN TRIBULACIÓN Y LA OPERACIÓN DEL ERROR. (LXXIII)

 

El mundo vive envuelto en múltiples escándalos y en una conmoción permanente, ávido de novedades malsanas y de pecados que ofenden enormemente a Dios. El mundo está podrido por el escándalo que provocan los malos y los impíos. Cuando la Santa Iglesia Católica era visible y estaban los Papas para combatir y denunciar el error y la falsedad, los escándalos eran pronta y ejemplarmente reprimidos por los Vicarios de Cristo y por los Obispos y los Santos; pero desde que murió el último Papa S.S. Pío XII, y el Katejón u obstáculo que impedía la manifestación del impío Anticristo fue apartado, el diablo ha sido desencadenado y soltado para que seduzca y engañe a las naciones y a quienes no están marcados con el sello de la Fe, y esparce sus errores, engaños y escándalos sin nadie que se le oponga, ya que la Iglesia ha sido eclipsada y como quitada de en medio (San Victorino de Pettau).


Por eso, Nuestro Señor condena de manera particular a los escandalosos y a los calumniadores, pues hacen un daño enorme a muchas almas inocentes, a los pequeños que no conocen la malicia del mundo y sus engaños.

 

Todos los discípulos de Jesucristo estamos llamados a luchar contra el mundo y vencerlo con la espada de doble filo de la Palabra de Dios y del Espíritu Santo. Toda nuestra vida debe ser, pues, una lucha constante contra el mundo y sus millares de voces calumniadoras y escandalosas. Nuestra batalla consiste en demostrar que el mundo no tiene razón y que sólo sabe engañar y calumniar, como su tiránico príncipe el demonio.


El amor de Dios y el amor del mundo son dos amores incompatibles, porque el amor del mundo no puede existir en el corazón de un cristiano que conoce y ama a su Padre Dios. Quien se deja seducir por el mundo y por sus placeres envenenados no posee el amor del Padre, el cual no puede estar en él dado que el mundo y el Padre son enemigos desde el principio.


A la pregunta de si es lícito a un cristiano amar las cosas del mundo, responderemos con el apóstol que no está prohibido amarlas, pero que ese amor no debe ser desordenado y absoluto, llegando a olvidarse de Dios.

 

Como nos dice San Agustín: “Todo lo que hay en el mundo, Dios lo ha hecho…; pero ¡ay de ti si tú amas las criaturas hasta el punto de abandonar al Creador!... Dios no te prohíbe amar estas cosas, pero te prohíbe amarlas hasta el punto de buscar en ellas tu felicidad… Dios te ha dado todas estas cosas. Si, por el contrario, tú amas estas cosas, aunque hechas por Dios, y tú descuidas al Creador y amas al mundo, ¿acaso no será juzgado adúltero tu amor?... ¿Amas la tierra? Tierra eres. ¿Amas a Dios? ¿Qué diré? ¿Eres Dios? No me atrevo a decirlo por cuenta propia. Oigamos las Escrituras: “Yo he dicho: Sois dioses e hijos del Altísimo”.

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MANUAL DE SUPERVIVENCIA DURANTE LA GRAN TRIBULACIÓN Y LA OPERACIÓN DEL ERROR. (LXXII)

 

Entonces los judíos (fariseos) llamaron por segunda vez al que había sido ciego, y le dijeron: “¡Da gloria a Dios! Nosotros sabemos que este hombre es pecador.” Mas él repuso: “Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que yo era ciego, y que al presente veo.” A lo cual le preguntaron otra vez: “¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?” *Él les contestó: “Ya os lo he dicho, y no lo escuchasteis. ¿Para qué queréis oírlo de nuevo? ¿Queréis acaso vosotros también haceros sus discípulos?” Entonces lo injuriaron y le dijeron: “Tú sé su discípulo; nosotros somos los discípulos de Moisés. Nosotros sabemos que Dios habló a Moisés; pero éste, no sabemos de dónde es.” *Les replicó el hombre y dijo: “He aquí lo que causa admiración, que vosotros no sepáis de dónde es Él, siendo así que me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no oye a los pecadores, pero al que es piadoso y hace su voluntad, a ése le oye. Nunca jamás se ha oído decir que alguien haya abierto los ojos de un ciego de nacimiento. Si Él no fuera de Dios, no podría hacer nada.” *Ellos le respondieron diciendo: “En pecados naciste todo tú, ¿y nos vas a enseñar a nosotros?” Y lo echaron fuera.

Los ciegos verán y los videntes cegarán

Supo Jesús que lo habían arrojado, y habiéndolo encontrado, le dijo: “¿Crees tú en el Hijo del hombre?” El respondió y dijo: “¿Quién es, Señor, para que crea en Él?” * Jesús le dijo: “Lo estás viendo, es quien te habla.” Y él repuso: “Creo, Señor”, y lo adoró. *Entonces Jesús dijo: “Yo he venido a este mundo para un juicio: para que vean los que no ven; y los que ven queden ciegos.” Al oír esto, algunos fariseos que se encontraban con Él, le preguntaron: “¿Acaso también nosotros somos ciegos?” * Jesús les respondió: “Si fuerais ciegos, no tendríais pecado. Pero ahora que decís: «vemos», vuestro pecado persiste.” (Juan 9, 24-41)


[* 27. La ironía que se revela en la pregunta del ciego, excita extremadamente a los fariseos, que son los verdaderos ciegos luchando contra la evidencia de los hechos.

* 30 ss. “El que era ciego y ahora ve se indigna contra los ciegos” (San Agustín). Vemos aquí en efecto que ese pecado de incredulidad de los fariseos (8, 24 y nota) es de ceguera voluntaria (v. 39 ss.) que deliberadamente niega la evidencia. Es el pecado contra la luz (v. 5; 3, 19) y en consecuencia contra el Espíritu (Marcos 3, 28-30; Hechos 7, 51), el que no tiene perdón, porque no es obra de la flaqueza sujeta a arrepentirse (Lucas 7, 47), sino de la soberbia reflexiva y de la hipocresía que encubre el mal con la apariencia del bien para poder defenderlo. (Mateo 23, 1-39; II Timoteo 3, 5).

* 34. Una vez más los fariseos recurren al insulto, a falta de argumentos (cf. 8, 48) y ponen en práctica lo que tenían resuelto según el v. 22.

* 37. Jesús se define de la misma manera en 4, 26. Él es, por excelencia, la “Palabra”: el Verbo, el Logos.

* 39. Es el juicio de 3, 19. Los soberbios serán heridos de ceguera espiritual (Santiago 4, 1; I Pedro 5, 5), ceguera culpable que los hará perderse (v. 40 s.; II Tesalonicenses 2, 10 ss.). 

* 41. Nótese la estupenda dialéctica del Maestro. El rechazo que ellos hacen de la imputación de ceguera, se vuelve en su contra, como un argumentum ad hominem, mostrando así que su culpa es aún mayor de lo que Jesús les había dicho antes.]

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MANUAL DE SUPERVIVENCIA DURANTE LA GRAN TRIBULACIÓN Y LA OPERACIÓN DEL ERROR. (LXXI)

 

La verdad nos hace libres

* Jesús dijo entonces a los judíos que le habían creído: “Si permanecéis en mi palabra, sois verdaderamente mis discípulos, *y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” *Le replicaron: “Nosotros somos la descendencia de Abrahán, y jamás hemos sido esclavos de nadie; ¿cómo dices Tú, llegaréis a ser libres?” * Jesús les respondió: “En verdad, en verdad, os digo, todo el que comete pecado es esclavo [del pecado]. Ahora bien, el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo queda para siempre. Si, pues, el Hijo os hace libres, seréis verdaderamente libres. Bien sé que sois la posteridad de Abrahán, y sin embargo, tratáis de matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros. *Yo digo lo que he visto junto a mi Padre; y vosotros, hacéis lo que habéis aprendido de vuestro padre.” Ellos le replicaron diciendo: “Nuestro padre es Abrahán.” Jesús les dijo: “Si fuerais hijos de Abrahán, haríais las obras de Abrahán. Sin embargo, ahora tratáis de matarme a Mí, hombre que os he dicho la verdad que aprendí de Dios. ¡No hizo esto Abrahán! Vosotros hacéis las obras de vuestro padre.” Le dijeron: “Nosotros no hemos nacido del adulterio; no tenemos más que un padre: ¡Dios!” Jesús les respondió: “Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais a Mí, porque Yo salí y vine de Dios. No vine por Mí mismo, sino que Él me envió. * ¿Por qué no comprendéis mi lenguaje? Porque no podéis sufrir mi palabra. *Vosotros sois hijos del diablo, y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Él fue homicida desde el principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay nada de verdad en él. Cuando profiere la mentira, habla de lo propio, porque él es mentiroso y padre de la mentira. Y a Mí porque os digo la verdad, no me creéis. ¿Quién de vosotros puede acusarme de pecado? Y entonces; si digo la verdad, ¿por qué no me creéis? El que es de Dios, escucha las palabras de Dios; por eso no la escucháis vosotros, porque no sois de Dios.”

[* 31. Si permanecéis en mi palabra: Como si dijera: si mi palabra permanece en vosotros (15, 7).

* 32. La libertad de los hijos de Dios se funda en la buena doctrina (v. 31). La vida eterna es conocimiento (17, 3). Cf. II Corintios 3, 17; Santiago 1, 25; 2, 12.

* 33. Los que replican no son los que creyeron (nota 30). sino los enemigos, que se dan indebidamente por aludidos, según se ve por lo que sigue. La falsedad de su afirmación es notoria, pues los judíos fueron esclavos en Egipto, en Babilonia, etc., y a la sazón dependían de Roma.

* 34. Del pecado: falta en varios códices y no agrega, antes quita, fuerza. El hombre liberado por la verdad de Cristo (32) es espiritual (Gálatas 5, 16) y no peca (I Juan 3. 6 y 9). El carnal es esclavo, porque no es capaz de seguir su voluntad libre, sino que obra dominado por la pasión (Romanos 7, 23).

* 38. Ese padre es el diablo (v. 44), y sus hijos son mentirosos y maliciosos como él.

* 43. Profunda enseñanza, según la cual, para comprender la Palabra de Jesús, hay que estar dispuesto a admitirla y a creer en su misión (véase 7, 17 y nota). Es la verdad que San Anselmo expresaba diciendo: “Creo para entender.”

* 44. Sobre su obra tenebrosa, véase Mateo 13, 57 y nota]


Nuevas diatribas de los judíos

*A lo cual los judíos respondieron diciéndole: “¿No tenemos razón, en decir que Tú eres un samaritano y un endemoniado?” Jesús repuso: “Yo no soy un endemoniado, sino que honro a mi Padre, y vosotros me estáis ultrajando. *Mas Yo no busco mi gloria; hay quien la busca y juzgará. *En verdad, en verdad, os digo, si alguno guardare mi palabra, no verá jamás la muerte.” Los judíos le respondieron: “Ahora sabemos que estás endemoniado. Abrahán murió, los profetas también; y tú dices: «Si alguno guardare mi palabra no gustará jamás la muerte». ¿Acaso eres tú más grande que nuestro padre Abrahán, el cual murió? Y los profetas también murieron; ¿quién te haces a Ti mismo?” * Jesús respondió: “Si Yo me glorifico a Mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es quien me glorifica: Aquel de quien vosotros decís que es vuestro Dios; mas vosotros no lo conocéis. Yo sí que lo conozco, y si dijera que no lo conozco, sería mentiroso como vosotros, pero lo conozco y conservo su palabra. *Abrahán, vuestro padre, exultó por ver mi día; y lo vio y se llenó de gozo.” Los judíos le dijeron: “No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?” * Jesús les dijo: “En verdad, en verdad os digo: Antes que Abrahán existiera, Yo soy.” Entonces tomaron piedras para arrojarlas sobre Él. Pero Jesús se ocultó y salió del Templo. (Juan 8, 48-59)

[* 48 s. Los judíos: aquellos a que se refiere el v. 33, no los del v. 30. Nótese, cómo no teniendo qué responder, recurren al puro ultraje, cosa que Jesús les hace notar en el v. 49, con sublime serenidad. Cf. v. 59; 9, 34; 10, 39.

* 50. No busco mi gloria, dice el Único merecedor de ser infinitamente glorificado por el Padre (v. 54). Antes había dicho: “No busco mi voluntad” (5, 30). Jesús obra en todo como un hijo pequeño y ejemplar, frente a su Padre. Se nos ofrece así como el modelo perfecto de la infancia espiritual, que es la síntesis de las virtudes evangélicas, el remedio de nuestras malas inclinaciones, y la prenda de las más altas promesas. Véase Mateo 5, 3; 18, 4; Lucas 10, 21 y notas. Hay quien la busca: Notemos la ternura de esta alusión de Jesús a su divino Padre. ¿Cómo no habla de glorificar Él al Hijo amado y al Enviado fidelísimo que así afrontaba los insultos, y hasta la muerte ignominiosa, por cumplir la misión salvadora que el Padre le confió? Véase 12, 28 y nota.

* 51. Porque esa gloria (v. 50) que Jesús pedirá al Padre en 17, 1 consistirá precisamente en poder darnos vida eterna, es decir, librar de la muerte a los que guardemos su Palabra (17, 2 y nota). Sobre este misterio, cf. 5, 24; 6, 40; 11, 26; I Juan 5, 13.]

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MANUAL DE SUPERVIVENCIA DURANTE LA GRAN TRIBULACIÓN Y LA OPERACIÓN DEL ERROR. (LXX)

 

* Jesús les habló otra vez, y dijo: “Yo soy la luz del mundo. El que me siga, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” *Le dijeron, entonces, los fariseos: “Tú te das testimonio a Ti mismo; tu testimonio no es verdadero.” Jesús les respondió y dijo: “Aunque Yo doy testimonio de Mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde vengo y adónde voy; mas vosotros no sabéis de dónde vengo ni adónde voy. *Vosotros juzgáis carnalmente; Yo no juzgo a nadie; y si Yo juzgo, mi juicio es verdadero, porque no soy Yo solo, sino Yo y el Padre que me envió. *Está escrito también en vuestra Ley que el testimonio de dos hombres es verdadero. Ahora bien, para dar testimonio de Mí, estoy Yo mismo y el Padre que me envió.” Ellos le dijeron: “¿Dónde está tu Padre?” Jesús respondió: “Vosotros no conocéis ni a Mí ni a mi Padre; si me conocieseis a Mí, conoceríais también a mi Padre.” (Juan 8, 12-19).

[* 12. Esta imagen de la “luz” fue propuesta con motivo de la iluminación del Templo. El mismo San Juan nos presenta esta altísima doctrina de cómo la luz, que es el Verbo (1, 9), es para nosotros vida (1, 4). Según el plan de Dios, el Espíritu Santo nos es dado mediante esta previa iluminación del Verbo.

* 13 s. Aunque Jesús no invoca generalmente su propio testimonio porque tiene el de su Padre (v. 18; 5, 31-36), todo profeta tiene un testimonio en su conciencia de enviado de Dios.]


Incredulidad de los judíos

De nuevo les dijo: “Yo me voy y vosotros me buscaréis, mas moriréis en vuestro pecado. Adonde Yo voy, vosotros no podéis venir.” Entonces los judíos dijeron: “¿Acaso va a matarse, pues que dice: «Adonde Yo voy, vosotros no podéis venir»?” *Y Él les dijo: “Vosotros sois de abajo; Yo soy de arriba. Vosotros sois de este mundo; Yo no soy de este mundo. *Por esto, os dije que moriréis en vuestros pecados. Sí, si no creéis que Yo soy (el Cristo), moriréis en vuestros pecados.” Entonces le dijeron: “Pues ¿quién eres?” Jesús les respondió: “Eso mismo que os digo desde el principio. Tengo mucho que decir y juzgar de vosotros. Pues El que me envió es veraz, y lo que Yo oí a Él, esto es lo que enseño al mundo.” Ellos no comprendieron que les estaba hablando del Padre. * Jesús les dijo: “Cuando hayáis alzado al Hijo del hombre, entonces conoceréis que soy Yo (el Cristo), y que de Mí mismo no hago nada, sino que hablo como mi Padre me enseñó. Y El que me envió, está conmigo. Él no me ha dejado solo, porque Yo hago siempre lo que le agrada.” *Al decir estas cosas, muchos creyeron en Él.

[* 23. Es como la síntesis de todos los reproches de Jesús a los falsos servidores de Dios de todos los tiempos: la religión es cosa esencialmente sobrenatural que requiere vivir con la mirada puesta en lo celestial (Colosenses 3, 1 ss.; Hebreos 9, 12; 10, 22; 12, 2; 13, 15), es decir, en el misterio (I Corintios 2, 7 y 14), y los hombres se empeñan en hacer de ella una cosa humana “convirtiendo, dice San Jerónimo, el Evangelio de Dios en evangelio del hombre” (cf. Lucas 16, 15). Es lo que un célebre predicador alemán comentaba diciendo: “El apostolado no consiste en demostrar que el cristianismo es razonable sino paradójico. Sólo porque lo ha dicho un Dios, y no por la lógica, podemos creer que se oculta a los sabios lo que se revela a los pequeños (Mateo 11, 25) y que la parte de María, sentada, vale efectivamente más que la de Marta en movimiento”. (Lucas 10, 38 ss.). Cf. Lucas 7, 23 y nota.

* 24. En vuestros pecados: El v. 21 se refiere, en singular, al pecado por excelencia de la Sinagoga, que es el de incredulidad frente al Mesías (cf. 16, 9; Romanos 11, 22). Aquí muestra que, cometido aquel pecado, los demás pecados permanecerán también. Es como una tremenda condenación en vida, que Jesús anticipa a los hombres de espíritu farisaico. 25. Algunos traducen: “Ante todo, ¿por qué os hablo?” Preferimos nuestra versión, según la cual Jesús muestra a los fariseos que ya no necesita repetirles la verdad de su carácter mesiánico: se lo ha dicho muchas veces, y ellos no quieren creerle. Cabe aún otra versión, cuyo sentido sería: Ante todo, ¿si Yo no fuera el Mesías, acaso os hablaría como os hablo? * 28. Anuncio de la crucifixión que va a abrir los ojos de muchos. Efectivamente, después de la muerte de Jesús (Mateo 27, 54; Marcos 15, 38 s.; Lucas 23, 47 s.) y en particular después de la venida del Espíritu Santo, muchísimos creyeron en Cristo como testimonio del amor del Padre que lo enviaba, si bien la conversión de todo Israel sólo está anunciada para cuando Él vuelva (Mateo 23. 39 y nota). Cf. 19, 37; 3, 14; 12, 32. De Mí mismo no hago nada: Admiremos el constante empeño de Jesús por ocultarse a fin de que toda la gloria sea para el Padre. Véase 7, 28; 12, 49 s.; Filipenses 2, 7 s. * 30. No muchos fariseos (v. 21 y 24) sino muchos del pueblo judío. Éstos comprendieron ese misterio de la sumisión filial y amorosa de Cristo al Padre, que aquéllos no entendieron (v. 27).]

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