Insistiremos
de nuevo sobre la fatídica fecha del 8 de diciembre de 1965, clausura del
herético conciliábulo Vaticano 2, cuando se consumó la Gran Apostasía del
Cuerpo Episcopal que fue extendida por imposición a todo el Orbe Católico, y
absolutamente todo el Cuerpo Místico de N.S.J.C. saltó por los aires o se
desintegró virtualmente, de lo que resulta que hoy la Iglesia Católica visible
ha sido eclipsada o quitada de en medio, como ya lo advirtió San Victorinus
Petavionensis Obispo, primer exegeta latino, Padre de la Iglesia y Mártir, “la
Iglesia será quitada de en medio en los tiempos postreros”. La Iglesia Visible
es la Jerarquica, como dijo S.S. Pío XII, por lo que ya no hay Iglesia Visible
desde ese devastador tsunami espiritual que supuso el maldito conciliábulo y la
gran apostasía promovida por el perverso Montini, alias “Pablo 6”. Del mismo
modo, S.S. Pío IX nos lo dice abiertamente: "Que
Dios os dé la gracia necesaria para defender los derechos del Soberano
Pontífice y de la Santa Sede; porque sin el Papa no hay Iglesia, y no hay
Sociedad Católica sin la Santa Sede". Papa Pío IX, (Alocución a los
superiores religiosos, junio, 1872).
Estamos como en Juan 12:32-ss, muchos no quieren creer que la Iglesia debía morir o quitarse de en medio para dar paso a estos tiempos del Anticristo, de Satanás gobernando todas las naciones, etc., todo lo cual anuncia claramente como brotes verdes de la higuera la Venida de N.S.J.C. No quieren aceptar tampoco lo explícito del profeta Daniel cuando profetizó que el Santo Sacrificio cesaría definitivamente, no lo aceptan por una cuestión de detestable orgullo farisaico, de ahí que Dios les ciegue con la Operación del error y les abandone a sus retorcidas fábulas de la Anomia.
Un factor común a todos los acólitos de las sectas generadas por los falsos cristos de Lefebvre y Thuc es su absurdo e irracional miedo a una gran catástrofe universal o una dictadura impuesta por un ficticio y ridículo “nuevo” Anticristo, el cual se imaginan todos estos pobres ignorantes vendrá con un látigo a exigir sumisión absoluta a nivel planetario, siguiendo una delirante exégesis protestante y digna de cualquier tugurio de los barrios bajos que nada tiene que ver con la Escritura y con la realidad. Observamos, en efecto, que hay una necesidad imperiosa y catastrofista en todos estos remanentes sectarios de que suceda esa gran tribulación interpretada por ellos al más puro estilo de película catastrofista de Hollywood, lo cual es absolutamente absurdo y no se sostiene de ninguna manera. Cuando la cruda y terrible realidad es que llevamos 65 años desde la muerte de S.S. Pío XII, 58 años desde la Gran Apostasía del conciliábulo Vaticano 2 impuesta por el Anticristo Montini, dentro de la misma Gran Tribulación conforme se nos anunció en el Evangelio por parte de Nuestro Señor, y parece que algunos aún no se han enterado, pues qué mayor tribulación y congoja para los Católicos que el no poder ir a una Iglesia a doblar la rodilla frente al Tabernáculo, algo que todos los Católicos de todos los tiempos pudieron hacer, pero nosotros no, al estar la Iglesia eclipsada y todas sus estructuras visibles ocupadas por una odiosa secta apóstata y satánica.
Continuará...