7. Modus operandi de la Operación del
error, a quiénes golpea y cómo salir de ella, Dios Uno y Trino mediante.
“Ideo mittit illis Deus operationem
erroris ut credant mendacio”.
Abordamos
primeramente en este punto el misterio insondable de la Operación del error,
que golpea a todos los que fueron Católicos antes de la Gran Apostasía, y
también a quienes han nacido después de ella sin excepción. Seguidamente,
aventuraremos una explicación de las distintas etapas que el Espíritu Santo
utiliza para sacar a las almas de tan funesto engaño, el cual es un merecido
castigo por la tibieza y pusilanimidad que hizo que todos aceptáramos, en mayor
o menor grado, la Gran Apostasía promovida por el perverso Anticristo Montini,
alias “Pablo 6”, y sus impíos sucesores en la infame secta conciliar o de
Babilonia la grande.
La Operación
de error puede definirse como una gigantesca ceguera universal enviada por Dios
para no distinguir la nueva “religión” promulgada por el Anticristo y sus
secuaces del Catolicismo verdadero, por eso diría San Pablo que hay que retener
la doctrina que se aprendió y no aceptar novedades.
Esta
monumental ceguera colectiva, esta Operación de error, la envía Dios en estos
tiempos, desde los años 70-80 con los cismas suscitados por Lefebvre y Thuc,
cismas que han generado a su vez multitud de nuevos cismas y grupúsculos
sectarios hasta el presente, y golpea de modo especial a los orgullosos “tradicionalistas” como justo castigo por rechazar
el Magisterio y no querer aceptarlo por las consecuencias y conclusiones que de
él salen (Juan 12,33,ss), mientras que en 1965 se desencadenó dicha seducción
de la iniquidad por el ansia de novedad y adaptarse al mundo de los tibios y
descarriados Obispos, que les llevó a defeccionar y apostatar en masa con la
clausura del herético conciliábulo Vaticano 2 promovido por el impío y astuto
Anticristo Montini-Pablo 6. La Operación del error es enviada también por los actos
de voluntad rebelde de la gran mayoría de bautizados, ya que el Magisterio siempre
ha estado ahí, Dios Uno y Trino mediante, Cielo
y Tierra pasarán, más mis palabras no pasarán, pero lamentablemente son muy
pocos los que han buscado la voz autorizada de los Papas, prefiriendo
inventarse absurdas fábulas y un nuevo y espurio “magisterio” para justificar
su funcionamiento como intrusos sin Pedro y contra Pedro.
San Victorino de
Pettau, Obispo y mártir, 250 - 304
"Y vi otra señal grande y maravillosa,
siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellos se consuma
la indignación de Dios. Porque la ira de Dios siempre golpea al pueblo
obstinado con siete plagas, es decir, perfectamente, como está dicho en
Levítico; y estos serán en el tiempo postrero, cuando la Iglesia
haya salido de en medio."
Capítulo XV.
Comentario al Apocalipsis por Victorinus Petavionensis, Obispo, primer exegeta
latino, Padre de la Iglesia y mártir.
Excelente y
muy oportuna la cita de Juan 12,33 ss, apoyado en San Victorino de Pettau. La
analogía entre la muerte de N.S.J.C. y la desintegración del Cuerpo Místico es
impresionante y certera. Hoy, al igual que cuando N.S.J.C. anunció que el
Mesías debía morir para que se cumplieran las Escrituras y fue abandonado por
muchos, también son muchos los obstinados rebeldes que se niegan a creer que el
Papado y la Iglesia han sido quitados de en medio, y mediante esta obstinación
se separan ellos mismos de la Verdad, cayendo en la seducción de la Operación
del error y sus múltiples fábulas del Ánomos.
Continuará...
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