15.
Fábula satánica de que pueden existir “obispos” y “clérigos” sin Papa.
La
respuesta es muy simple: para que haya obispos y Obispos Católicos debe haber
Papa, pues sin Papa ni siquiera puede haber clérigos (!!), porque la tonsura es
un acto jurídico que lleva del estado jurídico de laico al estado jurídico de
clérigo, sin citar la disciplina vigente que invalida a los intrusos en Vacantis
Apostolicae Sedis y el Código de Derecho Canónico de 1917 en su canon 953, y
las Acta Apostólica Sedis 43 (1951) 9 de Abril pp. 217-218 que tiene a todos
los falsos pastores excomulgados.
La
cruda realidad es que hay muchos ciegos que están siguiendo ÚNICAMENTE a simples
laicos disfrazados con falsas mitras y sotanas adquiridas por compra online en
Aliexpress o Amazon. Les rogamos, pues, que se hagan un enorme favor a sus
propias almas y salgan cuanto antes de las herejías del galicanismo y
febronianismo.
16.
Fábula de que la Iglesia visible y jerárquica no puede morir nunca, que en
realidad es un subterfugio diabólico usado por esos hipócritas impostores para
justificar sus falsas ordenaciones y sus sacrilegios y profanaciones.
Todos
estos falsos profetas son los principales adversarios y detractores de la
Parusía de N.S.J.C., pues se niegan con orgullo luciferino a aceptar que fueron
engañados por Lefebvre y Thuc, igual que se niegan a creer que la Iglesia
jerárquica y jurídica dejó de existir tras la muerte de S.S. Pío XII, y sobre
todo, tras la apostasía masiva de todos los Obispos el 8 de diciembre de 1965
con motivo de la clausura del herético conciliábulo Vaticano 2, por lo que han
decidido seguir avanzando hacia el precipicio de manera suicida, arrastrando
con ellos a un gran número de simples e ignorantes, a quienes enseñan el mismo
error pertinaz.
Imitan
así estos desgraciados a aquellos seguidores tibios de N.S.J.C. en el famoso
pasaje del Evangelio de San Juan 12, 32-36, los cuales estaban bajo la
influencia perniciosa de los escribas y los fariseos, de ahí que se
escandalizaran cuando Nuestro Señor les dijo que el Hijo de Dios debía morir y
ser levantado de la tierra para atraer todo hacia Él, replicándole henchidos de
soberbia que ellos sabían por las Escrituras que el Mesías no moriría, con lo
que le abandonaron y se fueron a buscar a los falsos cristos de los escribas y
fariseos que les decían lo que ellos querían oír. Pues a los desdichados
acólitos de los falsos profetas de hoy, esto es, los intrusos lefebvristas y
thucistas, les sucede exactamente lo mismo que a esos orgullosos en tiempos de N.S.J.C.,
ya que se niegan en redondo a aceptar que ya no haya ni un solo Sacerdote
Católico válido y lícito en todo el orbe que pueda ofrecer el Santo Sacrificio
del altar, y que esto debía ser así para que se cumpliera la Palabra de Dios y
el Hijo de Dios pueda venir a juzgar a todos en Su gloriosa y terrible Segunda
Venida, mostrando con ese desprecio hacia el Magisterio infalible del Vicario
de Cristo que aman más la falsa gloria efímera de los hombres que la gloria eterna de Dios.
Continuará...
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