MANUAL DE SUPERVIVENCIA DURANTE LA GRAN TRIBULACIÓN Y LA OPERACIÓN DEL ERROR. (XXIV)

 

19. Fábula de que como ya no tenemos Papa a quien obedecer, la anarquía más salvaje y el incumplimiento de las leyes divinas establecidas en el Magisterio y el CIC estarían justificados.

Es otra versión de la fábula anterior, y tiene muy fácil resolución, pues en este tiempo de vacancia prolongada de la Sede, todos los fieles debemos regirnos por la Constitución Apostólica Vacantis Apostolicae Sedis, que es la disciplina para sedes vacantes que nos dejó S.S. Pío XII para estos tiempos, y huir de aquéllos que se saltan el Magisterio y el Código de Derecho Canónico como se huye de la peste.


“Durante el tiempo de la vacante, la Iglesia permanece firmemente establecida, que es fruto del ejercicio del primado. [...]

Durante el tiempo del asiento vacante, la Iglesia y su unidad permanecen firmemente en su lugar con el ejercicio preexistente del primado, así como la ley y providencia actual de Cristo, que prohíbe la transformación de la monarquía en gobierno colegiado o la disolución de la una Iglesia en varias autocefalias. [...]

Extraída de la influencia dinámica del papado, más pronto que tarde se convierte fatalmente en desintegración y división, ya sea en el protestantismo quebrado, o en la desintegración del autocefalismo nacional en el orientalismo”.

DE ECCLESIA CHRISTI, TIMOTHEUS ZAPELENA SJ, año 1954, página 336


20. Fábula absurda y delirante de que, según los falsos profetas, los laicos no tendríamos autoridad para juzgar competentemente ni tampoco para interpretar el Magisterio.

Es urgente desmontar esta ridícula fábula, pues todos deben saber que LOS LAICOS SE CONSIDERAN JERARQUÍA SI ESTÁN RODEADOS DE HEREJES, CISMÁTICOS Y PAGANOS, como es el triste caso hoy, Y ADEMÁS TIENEN APOSTOLICIDAD DE DOCTRINA, GUARDANDO LAS REGLAS DE FE, MORAL Y DISCIPLINA ECLESIÁSTICA.

 

En efecto, los intrusos quieren que no citemos el Magisterio y el Código de Derecho Canónico, donde se los expone como sacrílegos, ladrones y asesinos de almas, cuyos actos son todos profanaciones, mientras ellos que se han auto constituido “jerarquía” desde sus garajes y sus sacrílegas ordenaciones, mantienen en la más absoluta de la ignorancia a sus acólitos, con sermones plagados de mentiras y medias verdades, engañados, mientras otros distribuyen, los más sectarios, las miasmas de su falsa propaganda de desobediencia pertinaz al Papado, de usurpadores de sus poderes y jurisdicción, como si acaso pudieran, han acaparado el relato para engañar hasta a los elegidos de Dios, si esto fuera posible, pues sus falsas mitras y sotanas, y sus sacrilegios en latín durante 40 años son muy seductores para muchos.


S.S. Pío XII nos da instrucciones a los laicos para la apostolicidad de doctrina en situaciones donde es prácticamente imposible tener contactos con la jerarquía, como el tiempo que nos ocupa, donde no tenemos Papa, no tenemos Obispos Católicos, no tenemos Sacerdotes Católicos, y estamos rodeados de intrusos, usurpadores, sacrílegos írritos, que dicen impíamente que el Magisterio que los molesta está desfasado o abrogado.

 

S.S. PÍO XII 1957 (Acta Apostolica Sedis (AAS) el 22 de noviembre de 1957, 49: 906-922) a la « Union Mondiale des Organisations féminines catholiques »:

“Cristo, antes de ascender al cielo, confió a sus apóstoles y por ellos a toda su Iglesia, la tarea de predicar el Evangelio al mundo en su nombre. Por tanto, todo cristiano debe darse cuenta de que parte de esta responsabilidad recae sobre sus hombros... LA INICIATIVA DEL APOSTOLADO LAICAL ESTÁ PERFECTAMENTE JUSTIFICADA INCLUSO SIN UNA PREVIA 'MISIÓN' EXPLÍCITA DE LA JERARQUÍA... La iniciativa personal juega un gran papel en la protección de la fe y la vida católica, especialmente en países DONDE LOS CONTACTOS CON LA JERARQUÍA SON DIFÍCILES O PRÁCTICAMENTE IMPOSIBLES. En tales circunstancias, los cristianos sobre quienes recae esta tarea deben, con la gracia de Dios, asumir todas sus responsabilidades... Aun así, no se puede emprender nada contra la voluntad explícita o implícita de la Iglesia, o contrario de alguna manera a las reglas de la fe o la moral, o la disciplina eclesiástica”

 

Y también aquí:

"Deseamos, pues, que todos cuantos reconocen a la Iglesia como a Madre, ponderen atentamente que no sólo los ministros sagrados y los que se han consagrado a Dios en la vida religiosa, sino también los demás miembros del Cuerpo místico de Jesucristo, tienen obligación, cada uno según sus fuerzas, de colaborar intensa y diligentemente en la edificación e incremento del mismo Cuerpo".

S.S. Pío XII, Mystici Corporis Christi (29 de junio de 1943)


Que nos muestren los intrusos cismáticos un solo Documento Magisterial donde el Papa nos indique que no debemos huir de ellos y de sus profanaciones y sacrilegios, sino que debemos considerarlos como Jerarquía Católica. Ese tal documento no existe más que en las quiméricas fábulas de los intrusos, ya sea en las de cualquiera de las congregaciones sedevacantistas, o en las de los falsos clerici vagantes que se autodefinen como “Jerarquía Católica”, cuando el Magisterio y el CIC los define como intrusos, ladrones que no han entrado por la puerta del Redil, sacrílegos, írritos, cuyos actos son nulos y sin efecto, profanaciones, y que debemos huir de ellos siempre y en todo lugar.

 

"...prohibimos severamente a los mal elegidos e ilícitamente consagrados, asumir la jurisdicción episcopal ya que nunca la han recibido. Tampoco deben nombrar, para la cura de almas y la administración de los sacramentos, BAJO NINGÚN PRETEXTO DE NECESIDAD".

S.S. Pío VI, el 13 de abril de 1791


DEFINICIÓN DE JERARQUÍA (Fragmento)

“Cuando se habla de la jerarquía, lo que se quiere decir es la organización de rangos y órdenes en la Iglesia cristiana. En un sentido amplio y poco riguroso, cuando se considera que toda la Iglesia Católica existe en medio de herejes, cismáticos y paganos, incluso los laicos pueden considerarse como parte de la jerarquía…”

A Catholic dictionary, by W.E. Addis and T. Arnold, página 402

 

San Agustín

“Sí nadie nos impone la carga del apostolado, debemos aplicarnos al estudio y al conocimiento de la verdad. Y si se nos impone, debemos aceptarla por la urgencia de la caridad”.

La Ciudad de Dios 19,19

 

“Seguid, pues, vuestra carrera y perseverad corriendo hasta la meta; y con el ejemplo de vuestra vida y con la palabra de vuestra exhortación arrastrad en vuestra carrera a cuantos podáis”.

La Bondad de la viudez 23,28


“No me permite callar la caridad de Cristo, para quien deseo conquistar a todos los hombres, en cuanto depende de mi voluntad”.

Contra los académicos 105, 1, 1

 

"...La oveja sarnosa, si no es separada de las sanas, comunica su enfermedad a éstas, y el hombre, atacado de peste, es temible para muchos; como así mismo el perro, poseído de la rabia, es en gran manera peligrosos para aquellos a quienes se acerca.

Si, pues, no separamos de la Iglesia de Dios al hombre malvado, haremos de la casa de Dios una cueva de ladrones."

S.S. San Clemente I, Constituciones, Capítulo XVIII (fragmento)

Continuará...



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