19.
Fábula de que como ya no tenemos Papa a quien obedecer, la anarquía más salvaje
y el incumplimiento de las leyes divinas establecidas en el Magisterio y el CIC
estarían justificados.
Es
otra versión de la fábula anterior, y tiene muy fácil resolución, pues en este
tiempo de vacancia prolongada de la Sede, todos los fieles debemos regirnos por
la Constitución Apostólica Vacantis Apostolicae Sedis, que
es la disciplina para sedes vacantes que nos dejó S.S. Pío XII para estos
tiempos, y huir de aquéllos que se saltan el Magisterio y el Código de Derecho
Canónico como se huye de la peste.
“Durante el tiempo de la vacante, la Iglesia permanece firmemente
establecida, que es fruto del ejercicio del primado. [...]
Durante el tiempo del asiento vacante, la Iglesia y su unidad permanecen
firmemente en su lugar con el ejercicio preexistente del primado, así como la
ley y providencia actual de Cristo, que prohíbe la transformación de la monarquía
en gobierno colegiado o la disolución de la una Iglesia en varias autocefalias.
[...]
Extraída de la influencia dinámica del papado, más pronto que tarde se
convierte fatalmente en desintegración y división, ya sea en el protestantismo
quebrado, o en la desintegración del autocefalismo nacional en el
orientalismo”.
DE
ECCLESIA CHRISTI, TIMOTHEUS ZAPELENA SJ, año 1954, página 336
20.
Fábula absurda y delirante de que, según los falsos profetas, los laicos no tendríamos
autoridad para juzgar competentemente ni tampoco para interpretar el
Magisterio.
Es
urgente desmontar esta ridícula fábula, pues todos deben saber que LOS LAICOS
SE CONSIDERAN JERARQUÍA SI ESTÁN RODEADOS DE HEREJES, CISMÁTICOS Y PAGANOS, como
es el triste caso hoy, Y ADEMÁS TIENEN APOSTOLICIDAD DE DOCTRINA, GUARDANDO LAS
REGLAS DE FE, MORAL Y DISCIPLINA ECLESIÁSTICA.
En
efecto, los intrusos quieren que no citemos el Magisterio y el Código de
Derecho Canónico, donde se los expone como sacrílegos, ladrones y asesinos de
almas, cuyos actos son todos profanaciones, mientras ellos que se han auto
constituido “jerarquía” desde sus garajes y sus sacrílegas ordenaciones,
mantienen en la más absoluta de la ignorancia a sus acólitos, con sermones
plagados de mentiras y medias verdades, engañados, mientras otros distribuyen,
los más sectarios, las miasmas de su falsa propaganda de desobediencia pertinaz
al Papado, de usurpadores de sus poderes y jurisdicción, como si acaso
pudieran, han acaparado el relato para engañar hasta a los elegidos de Dios, si
esto fuera posible, pues sus falsas mitras y sotanas, y sus sacrilegios en
latín durante 40 años son muy seductores para muchos.
S.S.
Pío XII nos da instrucciones a los laicos para la apostolicidad de doctrina en
situaciones donde es prácticamente imposible tener contactos con la jerarquía,
como el tiempo que nos ocupa, donde no tenemos Papa, no tenemos Obispos
Católicos, no tenemos Sacerdotes Católicos, y estamos rodeados de intrusos,
usurpadores, sacrílegos írritos, que dicen impíamente que el Magisterio que los
molesta está desfasado o abrogado.
S.S.
PÍO XII 1957 (Acta Apostolica Sedis (AAS) el 22 de noviembre de 1957, 49:
906-922) a la « Union Mondiale des Organisations féminines catholiques »:
“Cristo, antes de ascender al cielo, confió a sus apóstoles y por ellos a
toda su Iglesia, la tarea de predicar el Evangelio al mundo en su nombre. Por
tanto, todo cristiano debe darse cuenta de que parte de esta responsabilidad
recae sobre sus hombros... LA INICIATIVA DEL APOSTOLADO LAICAL ESTÁ
PERFECTAMENTE JUSTIFICADA INCLUSO SIN UNA PREVIA 'MISIÓN' EXPLÍCITA DE LA
JERARQUÍA... La iniciativa personal juega un gran papel en la protección de la
fe y la vida católica, especialmente en países DONDE LOS CONTACTOS CON LA
JERARQUÍA SON DIFÍCILES O PRÁCTICAMENTE IMPOSIBLES. En tales circunstancias,
los cristianos sobre quienes recae esta tarea deben, con la gracia de Dios,
asumir todas sus responsabilidades... Aun así, no se puede emprender nada
contra la voluntad explícita o implícita de la Iglesia, o contrario de alguna
manera a las reglas de la fe o la moral, o la disciplina eclesiástica”
Y
también aquí:
"Deseamos, pues, que todos cuantos reconocen a la Iglesia como a
Madre, ponderen atentamente que no sólo los ministros sagrados y los que se han
consagrado a Dios en la vida religiosa, sino también los demás miembros del
Cuerpo místico de Jesucristo, tienen obligación, cada uno según sus fuerzas, de
colaborar intensa y diligentemente en la edificación e incremento del mismo
Cuerpo".
S.S.
Pío XII, Mystici Corporis Christi (29 de junio de 1943)
Que
nos muestren los intrusos cismáticos un solo Documento Magisterial donde el
Papa nos indique que no debemos huir de ellos y de sus profanaciones y
sacrilegios, sino que debemos considerarlos como Jerarquía Católica. Ese tal
documento no existe más que en las quiméricas fábulas de los intrusos, ya sea
en las de cualquiera de las congregaciones sedevacantistas, o en las de los
falsos clerici vagantes que se autodefinen como “Jerarquía Católica”, cuando el
Magisterio y el CIC los define como intrusos, ladrones que no han entrado por
la puerta del Redil, sacrílegos, írritos, cuyos actos son nulos y sin efecto,
profanaciones, y que debemos huir de ellos siempre y en todo lugar.
"...prohibimos severamente a los mal elegidos e ilícitamente
consagrados, asumir la jurisdicción episcopal ya que nunca la han recibido.
Tampoco deben nombrar, para la cura de almas y la administración de los
sacramentos, BAJO NINGÚN PRETEXTO DE NECESIDAD".
S.S.
Pío VI, el 13 de abril de 1791
DEFINICIÓN
DE JERARQUÍA (Fragmento)
“Cuando se habla de la jerarquía, lo que se quiere decir es la organización
de rangos y órdenes en la Iglesia cristiana. En un sentido amplio y poco
riguroso, cuando se considera que toda la Iglesia Católica existe en medio de
herejes, cismáticos y paganos, incluso los laicos pueden considerarse como
parte de la jerarquía…”
A
Catholic dictionary, by W.E. Addis and T. Arnold, página 402
San
Agustín
“Sí nadie nos impone la carga del apostolado, debemos aplicarnos al estudio
y al conocimiento de la verdad. Y si se nos impone, debemos aceptarla por la
urgencia de la caridad”.
La
Ciudad de Dios 19,19
“Seguid, pues, vuestra carrera y perseverad corriendo hasta la meta; y con
el ejemplo de vuestra vida y con la palabra de vuestra exhortación arrastrad en
vuestra carrera a cuantos podáis”.
La
Bondad de la viudez 23,28
“No me permite callar la caridad de Cristo, para quien deseo conquistar a
todos los hombres, en cuanto depende de mi voluntad”.
Contra
los académicos 105, 1, 1
"...La oveja sarnosa, si no es separada de las sanas, comunica su
enfermedad a éstas, y el hombre, atacado de peste, es temible para muchos; como
así mismo el perro, poseído de la rabia, es en gran manera peligrosos para
aquellos a quienes se acerca.
Si, pues, no separamos de la Iglesia de Dios al hombre malvado, haremos de
la casa de Dios una cueva de ladrones."
S.S.
San Clemente I, Constituciones, Capítulo XVIII (fragmento)
Continuará...
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