MANUAL DE SUPERVIVENCIA DURANTE LA GRAN TRIBULACIÓN Y LA OPERACIÓN DEL ERROR. (XLVIII)

 

Para terminar este apartado, incluiremos aquí la estupenda exégesis realizada por nuestro querido hermano Interregnum acerca de los 7 reyes mencionados en el capítulo 17 del Apocalipsis, que entroncamos con lo que se ha dado en llamar “la Cuestión Romana”. Rogamos a nuestros lectores que la lean con la mayor atención, pues encierra una significación muy profunda.


En primer lugar, explicaremos qué se entiende por “La Cuestión Romana”:

El 20 de septiembre de 1870, consumada la ocupación de Roma y de los restos de los Estados Pontificios por el ejército italiano, el Papa Pío IX se declaró Prisionero en el Vaticano. Esta definición, junto con su actitud en general, fue mantenida por sus sucesores (León XIII, Pío X, Benedicto XV y Pío XI) que se negaron a salir del Vaticano y del Palacio Apostólico, hasta que en 11 de febrero 1929 los Pactos de Letrán acordaron la creación del estado soberano de la ciudad del Vaticano. No olvidemos que el último Vicario de Cristo, S.S. Pío XII, también se negó a salir del Vaticano y del Palacio Apostólico, imitando así a sus venerables predecesores en la Cátedra de San Pedro, demostrando igualmente su enérgica protesta ante el hostigamiento y el odio que profesaban las sociedades secretas y los poderes seculares hacia la Cabeza visible del Cuerpo Místico de N.S.J.C.


"Los Papas estaban universalmente reconocidos como delegados de la misma Divinidad, de quien emana la soberanía [...] Una ley invisible eleva la Silla de Roma, y puede decirse que el jefe de la Iglesia universal nació Soberano."

Joseph de Maistre, Del Papa, 1819


Debemos considerar que el Papa ha sido siempre el rey de Roma, la cual pertenece al Papa desde la donación de Constantino (Donatio Constantini), un decreto imperial (apócrifo) atribuido a Constantino I, según el cual, al tiempo que se reconocía como soberano al Papa Silvestre I, se le donaba la ciudad de Roma, las provincias de Italia y todo el resto del Imperio romano de Occidente, creándose así el llamado Patrimonio de San Pedro o los Estados Pontificios. Los exegetas veían a los 8 reyes de Babilonia como malvados perseguidores, pero se equivocaron, pues Roma fue usurpada por los siervos de Satanás [las sectas masónicas de la mano del impío Víctor Manuel II], convirtiéndose en Babilonia a partir del 20 de septiembre de 1870. S.S. Pío IX es, por tanto, el primer rey de Apocalipsis 17. 

"Cuando se nos despojó de esta ciudad, cabeza de todo el universo, y fue entregada al capricho de los que la habían oprimido".

Su Santidad Pío IX, Carta Encíclica Saepe Venerabiles, 5 de agosto de 1871


Los cinco reyes de Roma que fueron al exilio [prisioneros del Vaticano, como así se autodefinieron S.S. Pío IX, S.S. León XIII, S.S. San Pío X, S.S. Benedicto XV y S.S. Pío XI, hasta los pactos de Letrán], esos reyes ya murieron, el sexto rey es, es decir, sigue siendo cuando lo narra San Juan, y a día de hoy sigue siendo el último Soberano legítimo de Roma, S.S. Pío XII; luego ya nos habla de Roncalli y Montini, como veremos a continuación.

Continuará...



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