RESPUESTA A UNA FALSA OBJECIÓN PLANTEADA DESDE FRANCIA
Desde la pobre tierra de Francia, territorio infestado de peligrosos e hipócritas falsos cristos y falsos profetas, nos llega una falsa objeción que vamos a responder aquí.
Objeción: Me planteo una pregunta muy importante, que no deja de torturarme interiormente: ¿qué me autoriza a mí, simple laico, a constatar la apostasía y la herejía de los ocupantes de la Sede Apostólica, aparte de mi propio juicio, de mi propia opinión sobre la situación lindante con el libre examen?
De modo implícito, sobre tal y tal base, yo decido que Montini, Wojtyla o Bergoglio son herejes o incluso apóstatas. ¿Cómo es esto posible?
Más allá de esta constatación de que yo podría eventualmente ser llevado a redactar (¿cómo?) y que redacto de hecho sin saber realmente cómo puedo hacerlo, el código de derecho canónico (de 1917, obviamente) prevé advertencias antes de la pérdida efectiva del oficio, por ejemplo para los obispos o simples sacerdotes.
Pero no existe previsión alguna sobre la pérdida del cargo papal. ¿Cómo resolver esta pregunta?
***
Respuesta: La respuesta es muy simple, el mismo Canon 188, en su punto cuarto, termina por desterrar tan absurda pretensión.
También nos responde la providencial encíclica Mystici Corporis Christi, cuando Su Santidad Pío XII define que los herejes están fuera de la Iglesia, con San Alfonso Mª de Ligorio cuando opina acertadamente como Doctor de la Iglesia que un Romano Pontífice no caerá jamás en herejía, y de hacerlo, incluso como doctor privado, pierde automáticamente el pontificado.
Además, en el Manual de Supervivencia (espiritual) durante la Gran Tribulación, cuyo autor es el administrador de este mismo blog, leemos la siguiente fábula con su correspondiente respuesta:
12. Fábula de que habría que reconocer al (anti) “papa” Bergoglio, alias “Francisco”, así como al resto de usurpadores del Papado desde el agente masón Ángelo Roncalli, pues los laicos no tendríamos autoridad para determinar si son o no son herejes, por lo que únicamente nos quedaría someternos ante estos enemigos de Dios, resistiéndoles cuando se equivoquen, porque a los “papas” no se les debe obediencia absoluta (?), alegando sofísticamente que “hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”. [Hechos 5, 29]
La respuesta a este absurdo sofisma es muy simple, pues no somos nosotros, simples laicos, quienes determinamos que la Sede está Vacante, sino que es la propia herejía quien lo determina, ya que un hereje público y notorio [desde Roncalli a Bergoglio todos han sido herejes públicos y notorios] no puede ser Papa, pues el Magisterio de la Iglesia Católica establece muy claramente que no puede ser Papa quien se aparta de la Fe Católica e incurre en la herejía, sin que sea necesaria declaración ulterior expresa a tal efecto, como así lo decreta S.S. Paulo IV en la Bula Cum ex apostolatus officio promulgada a perpetuidad.
Se ha distorsionado maliciosamente esa admonición del Vicario de N.S.J.C y del resto de Apóstoles en Hechos 5, 29 para pretender convertirla en un comodín para desobedecer al Vicario de N.S.J.C, pero el “iluminado” que se ha inventado tamaña interpretación impía se ha olvidado de Lucas 10: 16, donde se lee que quien escucha al bendito San Pedro y a sus Apóstoles, escucha a Nuestro Señor, y quien les rechaza, rechaza a Cristo, y también al Padre celestial que Le envió. El Papa es el Dulce Cristo en la tierra, luego quien escucha al Papa escucha a Cristo y a Su Padre Eterno. Citando a Su Santidad Pío XII: "Por misteriosos designios de la Providencia, HEMOS SIDO LLAMADOS A SER acá abajo: el Vicario y el representante de Jesucristo, LA IMAGEN VIVIENTE DE AQUEL DIOS ENCARNADO".
Discurso del 30 de septiembre de 1939.
En el fondo, se trata del mismo sofisma perverso que sostenían el hereje hipócrita de Marcel Lefebvre y sus desgraciados hijos espirituales en la secta fundada por el díscolo francés, la F$$PX, demostrando su nula catolicidad al reconocer y resistir múltiples veces a aquéllos a quienes consideraba “papas”, esto es, a los anticristos Montini y Wojtyla, “ignorando” que el Papa es el Sucesor de San Pedro, y que el Cuerpo Episcopal, es decir los Obispos Católicos en comunión con el Papa, es decir, los Obispos válidamente y lícitamente consagrados, con misión que el Papa les ha dado, son los sucesores de los Apóstoles, de ahí que, si alguien se atreve a desobedecer al Papa, está desobedeciendo a Dios. Es de fe Católica y Divina que la Santa Iglesia está exenta de todo error, y además Cristo y su vicario constituyen una sola Cabeza [cf Unam sanctam, Mystici Corporis Christi]. Por tanto, sostener impíamente que el pasaje de Hechos 5, 29 abre la puerta a desobedecer al Papa es una blasfemia propia de inanes, insensatos y charlatanes como el orgulloso fariseo de Lefebvre.
La malicia de este sofisma es enorme, pues afirmar que el Papa, el Vicario de N.S.J.C., la Cabeza más santa e inmaculada de todo el orbe, dado que es la Cabeza del Cuerpo Místico de Jesucristo, la Santa Iglesia Católica, el Cuerpo más santo e inmaculado que existe, afirmar, digo, que esta Cabeza pueda fallar o errar es una impiedad y una blasfemia intolerable; en otra época semejante osadía satánica le hubiera costado su cabeza al insensato temerario que la profirió. El Santo Oficio no habría permitido jamás tal grado de impiedad e irreverencia. Además de ser pecado gravísimo contra el Espíritu Santo, pues sugiere maliciosamente que el Paráclito se equivocaría cuando habla por boca de los Pontífices.
***
Y otra objeción muy relacionada con la falsa objeción planteada desde Francia:
20. Fábula absurda y delirante de que, según los falsos profetas, los laicos no tendríamos autoridad para juzgar competentemente ni tampoco para interpretar el Magisterio.
Es urgente desmontar esta ridícula fábula, pues todos deben saber que LOS LAICOS SE CONSIDERAN JERARQUÍA SI ESTÁN RODEADOS DE HEREJES, CISMÁTICOS Y PAGANOS, como es el triste caso hoy, Y ADEMÁS TIENEN APOSTOLICIDAD DE DOCTRINA, GUARDANDO LAS REGLAS DE FE, MORAL Y DISCIPLINA ECLESIÁSTICA.
En efecto, los intrusos lefebvristas, thucistas quieren que no citemos el Magisterio y el Código de Derecho Canónico, donde se los expone como sacrílegos, ladrones y asesinos de almas, cuyos actos son todos profanaciones, mientras ellos que se han auto constituido “jerarquía” desde sus garajes y sus sacrílegas ordenaciones, mantienen en la más absoluta de la ignorancia a sus acólitos, con sermones plagados de mentiras y medias verdades, engañados, mientras otros distribuyen, los más sectarios, las miasmas de su falsa propaganda de desobediencia pertinaz al Papado, de usurpadores de sus poderes y jurisdicción, como si acaso pudieran, han acaparado el relato para engañar hasta a los elegidos de Dios, si esto fuera posible, pues sus falsas mitras y sotanas, y sus sacrilegios en latín durante 40 años son muy seductores para muchos.
S.S. Pío XII nos da instrucciones a los laicos para la apostolicidad de doctrina en situaciones donde es prácticamente imposible tener contactos con la jerarquía, como el tiempo que nos ocupa, donde no tenemos Papa, no tenemos Obispos Católicos, no tenemos Sacerdotes Católicos, y estamos rodeados de intrusos, usurpadores, sacrílegos írritos, que dicen impíamente que el Magisterio que los molesta está desfasado o abrogado.
S.S. PÍO XII 1957 (Acta Apostolica Sedis (AAS) el 22 de noviembre de 1957, 49: 906-922) a la « Union Mondiale des Organisations féminines catholiques »:
“Cristo, antes de ascender al cielo, confió a sus apóstoles y por ellos a toda su Iglesia, la tarea de predicar el Evangelio al mundo en su nombre. Por tanto, todo cristiano debe darse cuenta de que parte de esta responsabilidad recae sobre sus hombros ...LA INICIATIVA DEL APOSTOLADO LAICAL ESTÁ PERFECTAMENTE JUSTIFICADA, INCLUSO SIN UNA PREVIA 'MISIÓN' EXPLÍCITA DE LA JERARQUÍA ... La iniciativa personal juega un gran papel en la protección de la fe y la vida católica, especialmente en países DONDE LOS CONTACTOS CON LA JERARQUÍA SON DIFÍCILES O PRÁCTICAMENTE IMPOSIBLES. En tales circunstancias, los cristianos sobre quienes recae esta tarea deben, con la gracia de Dios, asumir todas sus responsabilidades... Aun así, no se puede emprender nada contra la voluntad explícita o implícita de la Iglesia, o contrario de alguna manera a las reglas de la fe o la moral, o la disciplina eclesiástica”
Y también aquí:
"Deseamos, pues, que todos cuantos reconocen a la Iglesia como a Madre, ponderen atentamente que no sólo los ministros sagrados y los que se han consagrado a Dios en la vida religiosa, sino también los demás miembros del Cuerpo místico de Jesucristo, tienen obligación, cada uno según sus fuerzas, de colaborar intensa y diligentemente en la edificación e incremento del mismo Cuerpo".
S.S. Pío XII, Mystici Corporis Christi (29 de junio de 1943)
Que nos muestren los intrusos cismáticos un solo Documento Magisterial donde el Papa nos indique que no debemos huir de ellos y de sus profanaciones y sacrilegios, sino que debemos considerarlos como Jerarquía Católica. Ese tal documento no existe más que en las quiméricas fábulas de los intrusos, ya sea en las de cualquiera de las congregaciones sedevacantistas, o en las de los falsos clerici vagantes que se autodefinen como “Jerarquía Católica”, cuando el Magisterio y el CIC los define como intrusos, ladrones que no han entrado por la puerta del Redil, sacrílegos, írritos, cuyos actos son nulos y sin efecto, profanaciones, y que debemos huir de ellos siempre y en todo lugar.
"...prohibimos severamente a los mal elegidos e ilícitamente consagrados, asumir la jurisdicción episcopal ya que nunca la han recibido. Tampoco deben nombrar, para la cura de almas y la administración de los sacramentos, BAJO NINGÚN PRETEXTO DE NECESIDAD."
S.S. Pío VI, el 13 de abril de 1791
DEFINICIÓN DE JERARQUÍA (Fragmento)
“Cuando se habla de la jerarquía, lo que se quiere decir es la organización de rangos y órdenes en la Iglesia cristiana. En un sentido amplio y poco riguroso, cuando se considera que toda la Iglesia Católica existe en medio de herejes, cismáticos y paganos, incluso los laicos pueden considerarse como parte de la jerarquía…”
A Catholic dictionary, by W.E. Addis and T. Arnold, página 402
San Agustín:
“Sí nadie nos impone la carga del apostolado, debemos aplicarnos al estudio y al conocimiento de la verdad. Y si se nos impone, debemos aceptarla por la urgencia de la caridad”.
La Ciudad de Dios 19,19
“Seguid, pues, vuestra carrera y perseverad corriendo hasta la meta; y con el ejemplo de vuestra vida y con la palabra de vuestra exhortación arrastrad en vuestra carrera a cuantos podáis”.
La Bondad de la viudez 23, 28
“No me permite callar la caridad de Cristo, para quien deseo conquistar a todos los hombres, en cuanto depende de mi voluntad”.
Contra los académicos 105, 1, 1
"...La oveja sarnosa, si no es separada de las sanas, comunica su enfermedad a éstas, y el hombre, atacado de peste, es temible para muchos; como así mismo el perro, poseído de la rabia, es en gran manera peligrosos para aquellos a quienes se acerca. Si, pues, no separamos de la Iglesia de Dios al hombre malvado, haremos de la casa de Dios una cueva de ladrones."
S.S. San Clemente I, Constituciones, Capítulo XVIII (fragmento)
***
Y por último, tenemos también esta fábula que queda refutada ipso facto:
21. Fábula de que no habría que tomar el Derecho Canónico al pie de la letra, porque, según los falsos cristos, sólo con los Santos Cánones no sería posible conocer la Voluntad de Dios y la mente de la Iglesia, erigiéndose ellos así impíamente en legisladores absolutos en detrimento del Vicario de N.S.J.C., fabricando un “nuevo magisterio” a su antojo.
Esta fábula torticera se cae por su propio peso, pues tal y como leemos en La Enciclopedia Católica:
“LA ÚLTIMA FUENTE DEL DERECHO CANÓNICO ES DIOS, cuya voluntad se manifiesta ya sea por la naturaleza misma de las cosas (ley divina natural) o por la Revelación (ley divina positiva) … Para alcanzar su fin sublime, la Iglesia, dotada por su Fundador de poder legislativo, hace leyes conforme al derecho natural y divino. Las fuentes o autores de esta ley eclesiástica positiva son esencialmente el episcopado y su cabeza, el Papa, los sucesores del Colegio Apostólico y su cabeza divinamente designada, San Pedro. Son, propiamente hablando, las fuentes activas del derecho canónico. Su actividad es ejercida en su forma más solemne por los concilios ecuménicos ... (estos) concilios, especialmente ... Trento, ocupan un lugar excepcional en el derecho eclesiástico ... Si deseamos conocer la voluntad de Dios y la mente de la Iglesia, tal como se ha expresado constantemente a lo largo de los siglos, solo necesitamos mirar hasta el Derecho Canónico. […]
El soberano pontífice es la fuente más fecunda del Derecho Canónico: …
Desde los tiempos más remotos, las cartas de los Romanos Pontífices constituyen, con los cánones de los Concilios, el elemento principal del Derecho Canónico; ... en todas partes se confía en ellos y se recopilan, y las compilaciones canónicas antiguas contienen una gran cantidad de estas preciosas decretales [..]
"De esta ley divina positiva dependen los principios esenciales de la constitución de la Iglesia, el primado, el episcopado, los elementos esenciales del culto divino y los sacramentos, la indisolubilidad del matrimonio, etc."
La enciclopedia católica; una obra internacional de referencia sobre la constitución, doctrina, disciplina e historia de la Iglesia Católica, año 1907, Volumen IX.
***
Queda por tanto ampliamente refutada tan absurda objeción.
A.M.D.G. (†)